La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado a Vodafone España a hacerse con el 90% del capital del operador virtual Finetwork, culminando así un proceso de reestructuración de deuda que redefine la relación entre ambas compañías.
La aprobación, adoptada por la Sala de Competencia de la CNMC en su reunión del 5 de noviembre, supone el visto bueno definitivo para que Vodafone, propiedad del grupo británico Zegona, asuma el control de Wewi Mobile S.L., sociedad matriz de Finetwork.
Según ha confirmado el organismo regulador, la operación no plantea riesgos para la libre competencia, ya que la suma de las cuotas de mercado de Vodafone y Finetwork no altera de forma significativa el equilibrio del mercado español de las telecomunicaciones. La autorización se ha concedido en fase 1, lo que refleja la ausencia de objeciones sustanciales.
Canje de deuda por capital
La adquisición es consecuencia directa del plan de reestructuración de deuda aprobado el pasado 5 de septiembre por el Juzgado de lo Mercantil de Alicante. Vodafone, principal acreedor de Finetwork y proveedor mayorista de sus servicios fijos y móviles, planteó la conversión de 50 millones de euros de deuda en capital, con lo que pasará a controlar el 90% de la compañía.
Finetwork había acumulado impagos a Vodafone desde principios de año, en un contexto de creciente deterioro financiero. El operador británico, que suministra la red sobre la que el operador virtual presta sus servicios, propuso este intercambio como vía para garantizar la continuidad del negocio y estabilizar la relación contractual.
El 10% restante del capital quedará en manos de los actuales socios minoritarios, que verán diluida su participación
Con la autorización de Competencia, Vodafone acudirá a una ampliación de capital en Finetwork, en la que suscribirá la nueva emisión mediante la compensación de parte de la deuda. El 10% restante del capital quedará en manos de los actuales socios minoritarios, que verán diluida su participación.
Además, Vodafone prevé realizar una aportación adicional de 20 millones de euros para dotar de liquidez a la compañía y asegurar su operatividad tras la reestructuración.
Renovación del consejo y nuevo control societario
El cambio accionarial implicará también la renovación del consejo de administración de Finetwork, que quedará compuesto por tres miembros propuestos por Vodafone España. De este modo, la filial de Zegona asumirá el control efectivo del operador, incorporando su gestión dentro de su estructura organizativa y financiera.
Esta decisión refuerza la estrategia de Vodafone en el mercado español, donde busca consolidar su base de clientes y recuperar cuota en segmentos como el de bajo coste, en el que Finetwork ha sido tradicionalmente un actor destacado.
Autorización del Gobierno y control extranjero
Antes de recibir el visto bueno de la CNMC, la operación fue aprobada por la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), organismo dependiente del Ministerio de Economía encargado de supervisar las inversiones extranjeras en sectores estratégicos. La luz verde se concedió el pasado 30 de septiembre, tras verificarse que la transacción no supone riesgo alguno para los intereses nacionales, pese a la naturaleza británica del accionista mayoritario.
Con estas dos autorizaciones, Vodafone ya dispone del respaldo necesario para ejecutar la operación y formalizar la ampliación de capital prevista. A pesar de ello, todavía queda sobre la mesa un desencuentro judicial y es que el operador alicantino ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Alicante la homologación del plan de reestructuración, alegando que el juzgado no verificó adecuadamente la cuantía de la deuda. Aun así, el recurso no impide la ejecución del acuerdo ni el avance de la integración bajo el paraguas de Vodafone.
Así, Vodafone se hará con el control de Finetwork, que en su punto álgido alcanzó cerca de un millón de clientes, de los que 700.000 corresponden a líneas móviles y unos 300.000 a accesos de banda ancha fija. Sin embargo, en el último año su posición comercial se ha deteriorado notablemente, perdiendo usuarios por portabilidad y reduciendo su presencia en el mercado.