Desde hace décadas, Bruselas se ha obsesionado con que el mercado debe contar con cuatro operadores fuertes para que haya competencia, a pesar de que la industria y los analistas insisten en que estos cambios solo provocan una caída de la capacidad de inversión y despliegue de redes, lo que choca con el hecho de que España es precisamente uno de los países con más kilómetros de fibra óptica del mundo.
En este contexto de competencia que ha tumbado año a año los ingresos, en parte por la postura de bajo coste de los operadores y la guerra de precios que han ido abaratando las tarifas durante años a la par que mejorando las prestaciones; por ejemplo, el lanzamiento de los servicios 5G se ha hecho gratuitamente para los clientes en la mayoría de compañías sin modificar los precios, aunque con el tiempo sí se han introducido ligeras subidas fruto también de la inflación.
Telefónica deja de liderar ergo la regulación debe cambiar
La operación no pasa desapercibida en la industria y es que el mercado español no volverá a ser el mismo ya que introduce dos grandes cambios. Por un lado, Telefónica deja de ser el mayor operador del mercado (en términos de clientes), lo que requerirá una serie de modificaciones en la regulación actual procedente de la era monopolística.
Este cambio es realmente significativo y la teleco va a aprovechar su centenario para reforzar su presión sobre los reguladores (Gobierno, Congreso y CNMC) para librarse de alguna de las normativas que todavía le exigen a asumir y afrontar servicios que en muchos casos son deficitarios, como es el caso del Servicio Universal de Telecomunicaciones que siempre ha gestionado la teleco que lidera José María Álvarez-Pallete por su relación con el Gobierno y su liderazgo del mercado. Ahora seguirán siendo el número 1 en cuestión de ingresos, pero por detrás de la fusionada Orange-MásMóvil en materia de clientes.
Cambiar seis por media docena, MásMóvil por Digi
Gracias a los remedies, Digi podrá construir su propia red móvil nacional
Por otro lado, Bruselas cambia un cuarto operador potente que ha sido durante años el que más rápido crece en Europa por otro que es ahora el que más rápido está creciendo en Europa. Digi, tal y como ya se había acordado previamente con los operadores implicados, será el operador que se haga con los remedies permitiéndole reforzar su presencia en nuestro país e incluso construir su propia red móvil de telecomunicaciones, limitada en cuanto a huella nacional por lo que necesitará de un socio mayorista que le alquile espacio para dar servicios allá donde no llegue, como hacía hasta ahora MásMóvil alquilando la red de Orange y que ahora podrá hacer Digi, salvo que decida mantenerse con Movistar con quien tiene todavía un contrato vigente.
Tanto monta, monta tanto; con el ligero cambio de que el proyecto de Digi está generando mucho más empleo directo y es un negocio más industrial
Las buenas noticias para Digi son claras, se hace con espectro de MásMóvil a precio de saldo sin tener que luchar en una subasta de espectro y lo hace con el beneplácito de Bruselas, pendiente del visto bueno de España, aunque no se espera ninguna oposición desde la Secretaría de Estado ni desde la CNMC.
Para el sector español es difícil decir si es bueno o no. Tanto monta, monta tanto; con el ligero cambio de que el proyecto de Digi está generando mucho más empleo directo (actualmente suma 7.500 empleados, al contabilizarse su call center propio), del que ha generado MásMóvil y es un negocio más industrial que construye su propia red, aunque lo esté haciendo en ciudades y por tanto no contribuye a cerrar brechas, más allá de las económicas con sus bajos precios. Haría bien la Comisión Europea en revisar el refranero español.
Si (
No(
