Tras 23 años en la compañía, Nourdine Bihmane ha confirmado en un post en LinkedIn que abandona la compañía a raíz de “un desajuste estratégico” y ha señalado que es “una decisión difícil de tomar”.
En su mensaje de despedida, el CEO de Atos Tech Foundations ha querido dar las gracias a equipos, clientes, socios y amigos de la compañía. “Me habéis dado la oportunidad de crecer entre vosotros como persona y como líder”, asegura.
Este movimiento es el último en una serie de desdichas en una de las mayores consultoras tecnológicas de Europa, y es que precisamente Tech Foundations, el negocio de outsourcing de Atos, estaba en la puerta de salida de la compañía en negociaciones para su venta a la sociedad de inversiones del multimillonario checo Daniel Kretinsky, que valoraba la unidad en 2.000 millones de euros.
Sin embargo, una vez en el periodo de due dilligence, el inversor se echó atrás, al igual que ha ocurrido hace solo unos días con Airbus, que ha terminado diciendo ‘no’ a la compra de la división de Big Data & Security por 1.800 millones de euros.
Estas entradas de capital eran necesarias para que Atos pudiera afrontar los pagos de 4.500 millones de euros de deudas más próximos que tiene y ante el fracaso de estas operaciones se ha visto obligado a iniciar un proceso de refinanciación de la compañía que espera concluir antes del mes de julio, cuando tendrá que hacer frente a 1.500 millones de euros de vencimiento de deuda.
La acción a la baja
A los problemas financieros, la compañía se enfrenta a una serie de incertidumbre en sus operaciones en Bolsa. Desde que empezó el año, Atos ha perdido cerca de un 70% de su valoración y, según las últimas previsiones de los inversores, se espera que siga cayendo.
Como parte del plan de refinanciación de la compañía, los directivos plantean varias opciones, entre ellas, la emisión masiva de acciones, que se traduciría en una aportación de capital que permita consolidar el balance, pero que al mismo tiempo afectaría a los actuales accionistas al diluir su poder.
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