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Por Alfonso de Castañeda
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alfondcctelycom4com/8/8/17
viernes 05 de septiembre de 2025, 17:33h

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La Comisión Europea ha impuesto una multa de 2.950 millones de euros a Google por abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad digital.

La sanción, que representa aproximadamente el 0,9% de la facturación global de Alphabet, se convierte en la segunda más alta en la historia comunitaria en materia de competencia y llega en un contexto de tensiones comerciales con Estados Unidos.

La decisión se ha conocido apenas unos días después de que Maros Sefcovic, comisario de Comercio, retrasara la aprobación para no interferir con un acuerdo comercial con Washington. Dicho pacto, aún pendiente de firma por parte del presidente estadounidense Donald Trump, contempla la aceptación de aranceles del 15% a determinados productos a cambio de fijar un techo en sectores sensibles como el automovilístico, y una amplia cantidad de contrapartidas.

Finalmente, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, ha autorizado la sanción pese a las advertencias de que podía generar fricciones. Según fuentes comunitarias, la vicepresidenta Teresa Ribera, responsable de Competencia, ha defendido que “el retraso no tenía justificación técnica” y que era necesario actuar con firmeza frente a prácticas consideradas nocivas para el mercado europeo.

Prácticas bajo la lupa

La investigación ha concluido que Google favoreció sus propios servicios de tecnología publicitaria en detrimento de la competencia. En la práctica, la compañía otorgaba ventajas a sus plataformas de intercambio de anuncios dentro de la cadena de suministro digital, reforzando su control sobre un sector clave para editores y anunciantes en Europa.

“Cuando los mercados fallan, las instituciones deben intervenir para garantizar la libre competencia”

“Cuando los mercados fallan, las instituciones deben intervenir para garantizar la libre competencia”, advierte Ribera en un comunicado. El Ejecutivo comunitario sostiene que la actuación de Google restringía la capacidad de elección de los usuarios y perjudicaba a editores en línea que dependen de ingresos publicitarios.

Ribera pide separar el negocio

En este sentido, el departamento de Ribera ha sido muy claro en sus condiciones: en su opinión preliminar, solo una desinversión de parte de los servicios de publicidad de Google permitiría resolver de raíz el conflicto de intereses generado por el abuso de posición dominante.

La Comisión Europea ha otorgado a la compañía un plazo de 60 días para presentar medidas correctivas

La Comisión Europea ha otorgado a la compañía un plazo de 60 días para presentar medidas correctivas que garanticen el cumplimiento de la normativa y restauren la competencia en el mercado digital. La propuesta de desinversión se plantea como una solución estructural, ya que la multa económica, aunque significativa, no corrige los desequilibrios de poder que Google mantiene frente a sus competidores.

La Comisión advierte que, de no considerarse adecuadas las medidas propuestas por Alphabet, evaluará exigir la venta de parte de su negocio publicitario, siguiendo la metodología aplicada en sanciones anteriores contra la compañía y otras grandes tecnológicas.

Google recurrirá la sanción

Google ha anunciado de inmediato que recurrirá la decisión. Lee-Anne Mulholland, vicepresidenta de asuntos regulatorios, ha asegurado que la multa “impone cambios injustificados que perjudicarán a miles de empresas europeas al dificultar la monetización de sus contenidos”.

La compañía se enfrenta simultáneamente presiones en Estados Unidos, donde el Departamento de Justicia evalúa medidas similares sobre su negocio publicitario. Entre las opciones planteadas figura la venta de Ad Manager, plataforma central en la cadena de suministro de anuncios digitales.

Según Googe, la investigación de la Comisión Europea se basa en "interpretaciones erróneas del sector de la tecnología publicitaria, que es muy competitivo y está en rápida evolución". Este caso se refiere a "nuestro negocio de publicidad de terceros, no a los anuncios de búsqueda. Aunque se trata de una parte reducida de nuestro negocio, esta tecnología ayuda a los editores a obtener ingresos al permitir a los anunciantes colocar anuncios en sus sitios web, aplicaciones y vídeos, lo que a su vez facilita el acceso a una amplia gama de contenidos en línea para los usuarios", destaca la compañía.

Un largo historial de sanciones millonarias

No es la primera vez que Google afronta sanciones de este calibre en Bruselas. En 2018 fue multada con 4.343 millones por irregularidades vinculadas al sistema operativo Android, una cifra que posteriormente se redujo a algo más de 4.100 millones tras un recurso parcial ante la justicia europea. En 2017, la compañía también recibió una sanción de 2.400 millones relacionada con Google Shopping.

Con la decisión actual, la tecnológica acumula las tres multas más elevadas en la historia de la política de competencia comunitaria.

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