De acuerdo a un estudio reciente del Centro de Estudios Estadísticos sobre Educación de Estados Unidos, los colegios en los que está prohibido el uso de teléfonos móviles tienen una tasa de ciberacoso escolar mayor que en aquellos en los que sí están permitidos.
Conforme a esta investigación, el 68,5 por ciento de los colegios públicos estadounidenses tienen medidas que restringen el uso de dispositivos móviles. El ciberacoso escolar responde a un tipo de acoso que se produce principalmente a través de dispositivos electrónicos, como el móvil, el ordenador o la Tablet, y con los servicios de Internet.
El 68,5% de los colegios públicos estadounidenses tienen medidas que restringen el uso de dispositivos móviles.
Los datos de este análisis comparan los casos de ciberacoso escolar del año 2016 con los datos de 2010. Así se observa un aumento de los centros donde los directores reciben quejas por este motivo con frecuencia diaria o semanal con un incremento del 7,9 al 12 por ciento; mensual del 9,4 al 14,9 por ciento; y por último, ocasional del 45 al 54 por ciento.
El 37,7 por ciento de los directores de las escuelas nunca había recibido una queja por ‘cyberbullying’ en 2010, el porcentaje se reduce hasta el 19,1 por ciento en los datos del año 2016.
Uso de herramientas de trabajo para el ciberacoso
Los jóvenes utilizan herramientas de trabajo que permiten trabajar a varios personas al mismo tiempo sobre un mismo documento. Google Docs se ha convertido en una de las plataformas más comunes entre los menores para acosar o insultar a otros compañeros debido a su rapidez tanto de difusión como de eliminación, así explica la compañía de ciberseguridad Panda Security en su blog oficial.
Google Docs se ha convertido en una de las plataformas más comunes entre los menores para acosar o insultar a otros compañeros.
Google Drive es otra de las herramientas para la elaboración de trabajos grupales entre los estudiantes. Entre los adultos, utilizan Slack, Trello o Doodle. Según Panda Security, el uso de estas herramientas supone un doble “engaño”. Por un lado, los padres creen que sus hijos están haciendo un trabajo escolar, por lo tanto bajan la guardia. Por otro lado, los acosadores pueden actuar tanto a nivel individual como a grupal, agregar un supuesto documento de trabajo a uno o varios compañeros, planear las ‘bromas’ o insultos y borrar toda una prueba de su acción.
¿Cómo actúan los ciberacosadores?
Los acosadores crean el documento colaborativo e invitan a la víctima. A partir de este momento, proponen pruebas abusivas que dejan constancia en las herramientas de planificación de trabajo. Una vez cumplida la prueba, se borra el documento colaborativo. No obstante, esto puede quedarse registrado en el calendario desde el que los acosadores hacen seguimiento de que se cumpla lo planificado, según señala la compañía.
La invitación de la víctima al documento puede tener como objetivo insultarla o humillarla entre unos pocos o mandar fotos de esa persona para reírse de ella, que a su vez puede borrar todos los archivos y palabras al instante. El proceso puede ser también a la inversa, se puede expulsar al miembro o no otorgarle permisos de lectura y edición entre otros.
El gerente de Operaciones de Consumidores a nivel global de Panda Security, Hervé Lambert, insta a “revisar los últimos cambios que se han realizado en el documento” en el caso de tener “la sospecha de que nuestro hijo esté siendo acosado por medio de estas herramientas”.