Europa refuerza el derecho a reparar equipos electrónicos

Bajo la nueva normativa europea, los ciudadanos europeos tendrán derecho a que el fabricante ofrezca reparaciones para sus electrodomésticos y productos, incluso más allá del periodo de garantía estándar. Este cambio no solo promueve un enfoque más sostenible hacia el consumo, sino que también extiende la vida útil de los productos, reduciendo así la generación de residuos y el impacto ambiental asociado a la producción y desecho de bienes

“Con el acuerdo alcanzado, Europa opta claramente por la reparación en lugar de la eliminación” al dar “una nueva vida a nuestros productos”, apunta la secretaria de Estado belga de Presupuesto y Protección del Consumidor, Alexia Bertrand, cuyo país ostenta la presidencia del Consejo de la UE.

Una de las novedades más destacadas de la regulación es la extensión de la garantía legal por un año adicional en caso de que los consumidores opten por reparar un producto defectuoso en lugar de retirarlo. Esta medida incentiva a los consumidores a considerar la reparación como una opción viable y beneficiosa.

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Para asegurar que los derechos de reparación sean efectivos, la legislación impone a los fabricantes la obligación de proporcionar acceso a las piezas necesarias para reparaciones, así como información detallada sobre sus servicios de reparación y los precios de las piezas y reparaciones más comunes. Este requisito busca garantizar transparencia y evitar costes prohibitivos que puedan desincentivar la reparación de productos.

La nueva legislación entrará en vigor una vez que el Consejo y la Eurocámara den su luz verde formal

La nueva legislación, que entrará en vigor una vez que el Consejo y la Eurocámara den su luz verde formal, también aborda el tema de las reparaciones caseras y alternativas, prohibiendo a los fabricantes bloquear estas prácticas mediante cláusulas restrictivas en sus contratos. Esto abre la puerta a la utilización de piezas de segunda mano o piezas impresas en 3D para llevar a cabo reparaciones, ampliando las opciones disponibles para los consumidores y fomentando la economía circular.

Además de las directrices establecidas a nivel europeo, cada país miembro de la Unión Europea está llamado a implementar medidas adicionales para promover el derecho a reparar. Esto podría incluir la creación de fondos específicos o iniciativas locales que refuercen aún más este derecho, incentivando a los consumidores a optar por reparaciones en lugar de reemplazos.