Esta medida se produce en respuesta a los recursos de apelación presentados por ambas compañías contra las multas asignadas por prácticas que restringen la competencia en el mercado español, marcando un hito importante en la regulación de las grandes corporaciones y su impacto en el ecosistema competitivo.
La CNMC había sancionado a Apple con 143,6 millones de euros y a Amazon con 50,5 millones de euros, argumentando que ambas empresas acordaron restricciones que afectaban negativamente a la competencia en el mercado de venta de productos en internet en España. Entre las prácticas señaladas, se encontraba la limitación a la venta de productos Apple únicamente por distribuidores designados a través de la plataforma de Amazon en España, así como restricciones en la publicidad de productos competidores y en las campañas de marketing dirigidas a usuarios de productos Apple.
Esta suspensión cautelar, que forma parte del proceso de apelación, no prejuzga el resultado final del litigio, pero sí refleja la complejidad y la importancia de los argumentos presentados por Amazon y Apple. Ambas empresas han defendido su posición alegando el impacto económico significativo que las multas tendrían en sus operaciones y en su capacidad para invertir en el mercado español. Amazon, por ejemplo, argumentó que el pago de la sanción comprometería una parte sustancial de sus activos líquidos, mientras que Apple expresó su preocupación por el riesgo que supondría para su capacidad de inversión en el país, según avanzaba en exclusiva La Información.
La Audiencia Nacional, al acceder a la petición de suspensión, ha requerido a las compañías la presentación de garantías en forma de aval bancario, reflejando la seriedad con la que se están tomando estas apelaciones. Además, ha aceptado parcialmente otros argumentos de las empresas, como la importancia de no impedirles la posibilidad de contratar con la Administración Pública durante el proceso de apelación, dada la duración potencial del litigio y el impacto irreversible que tendría una prohibición de este tipo antes de una resolución final.
Sin embargo, la Audiencia ha rechazado permitir a las empresas continuar con las prácticas objeto de la sanción, manteniendo la esencia de la decisión de la CNMC mientras se resuelve el fondo del asunto. Esto subraya la línea que el tribunal está tratando de mantener: proteger los intereses económicos de las empresas sin comprometer los principios de competencia justa que rigen el mercado.
El caso pone de manifiesto la tensión entre la regulación de la competencia y la operativa de grandes conglomerados tecnológicos en la era digital.