Prueba Orange Tahiti.. Equipado con suficiente de todo, Orange apuesta con su Tablet Tahití por comercializar un dispositivo muy de moda, con marca blanca, sistema operativo y precios más que razonables.
Fabricado en China y con las máximas aspiraciones, el Orange Tahití pertenece a esa gama de tablets que aún se pueden llevar en el bolsillo (7”) y que sigue la estela de un terminal de gran éxito de mercado, el Samsung TAB.
Aunque de bordes redondeados y trasera ligeramente curva, la tableta tiene forma rectangular y su pantalla, con gran marco negro, va integrada en una carcasa bícroma (negro, aluminio), de diseño simétrico en la trasera, con dos triángulos, superior e inferior, en el primero de los cuales han situado el objetivo de una cámara de
5 Mpx y el otro, desmontable, aloja la SIM y la tarjeta de memoria microSD (< 32 GB).
Pantalla
IPS LCD multitáctil capacitiva sería la descripción, en palabras técnicas, de la pantalla que dispone el Orange Tahití. A efectos prácticos, señalar que se trata de un panel que se maneja con los dedos y que su respuesta es bastante efectiva -aunque replica ligeramente en algunas transiciones-. Además, la resolución es de 800 x 1280 px y los colores, a pesar de no ser la paleta más completa (256 mil), se muestran bastante exactos. En cuanto al ángulo de visión, señalar que es casi completo. Por tanto, en conjunto, el resultado muy bueno, a pesar de los últimos avances que estamos viendo en los displays, en lo que a tablets se refiere, y que ya llegaron hace tiempo a los teléfonos.
Multimedia
Como hemos dicho, el equipo integra una cámara HD fotos / video de 5 Mpx / 720 @30fps con una resolución de 2.592 x 1.944 px, autofocus, sistema de geoetiquetado y un software que nos permite regular algunas cosas como la calidad y el tamaño de la imagen, activar o desactivar el registro de la ubicación geográfica o el sistema anti banding (para disminuir las secuelas de un fuerte foco de luz sobre la toma). Así mismo, se pueden añadir efectos de color y seleccionar el ambiente lumínico del entorno. Los resultados no son malos.
Tocante al sonido, además de con los politonos lo podemos disfrutar con un reproductor convencional que nos muestra los álbumes en formato carrusel de tres dimensiones y para escuchar la música nos ofrece dos vías: altavoces estéreo externos o auriculares con jack de 3,5 mm. La potencia de sonido es bastante buena, con una media de 65 / 67 dB y tiene sound retrieval system (SRS) para procurar un ambiente envolvente (3D).
El interior
Y en su interior, hay que señalar que uno de los puntos fuertes del Tahití es el chipset con procesador Qualcomm de doble núcleo a 1.2 GHz y una GPU de la misma casa, Adreno 220, lo cual nos aporta satisfacción a los usuarios tanto en la respuesta y la velocidad de ejecución como en la calidad de los gráficos de los que disfrutamos o en la calidad de conexión.
A este respecto, señalar que sus capacidades lo sitúan entre los terminales de gama más alta. Así, al vincularnos a la red celular (HSPA) podemos descargar a un máximo de 14 Mbps y subir contenidos a 5 Mbps. También de forma inalámbrica nos podemos conectar a la red vía WiFi 802.11 b/g/n (bueno para datos, sonido e imagen tanto estática como en movimiento) y a otros dispositivos con WiFi Direct. No lleva DLNA de serie, pero esta es una ‘virtud’ que se puede descargar de la tienda de aplicaciones Google Play. Tampoco puede faltar al comunicarnos sin cable, el Bluetooth 2.1 estéreo con mejoras en la transmisión del sonido; el cual, si bien no es la última versión de esta tecnología, sí es la más extendida.
Además, a la hora de disfrutar de nuestros contenidos en los televisores de alta definición, lo podemos hacer a través de un cable miniHDMI/HDMI y tanto para carga como para vincular el tablet al ordenador u otros dispositivos, microUSB/USB.
Android Honeycomb
Ha pasado ya un año desde que vimos en el mercado los primeros tablets con sistema operativo Android y, por consiguiente, con todos los servicios de Google asociados. Y si bien, este Orange viene de fábrica con la versión 3.2 del mismo, Honeycomb, se puede actualizar a Ice Cream Sándwich (4.0), lo último de lo último a este respecto.
Entre sus características.
• Botón de retroceso y de acceso a la pantalla principal, además de otro que nos permite desplegar todas las aplicaciones que hemos abierto y pasar de unas a otras con un simple toque (desde ahí podemos también cerrarlas).
• Navegador HTML5 con Adobe Flash para ver los vídeos integrados en la mayoría de las páginas web.
• Cinco pantallas de inicio personalizables donde podemos situar los iconos y los widgets de todas aquellas aplicaciones y servicios que tenemos en uso. Para distribuirlas a nuestro gusto, basta mantener presionado cualquier icono para que se realice una redistribución de vistas y contenido, que nos permita gestionar el terminal de un vistazo.