Pero además de tener registrado el nombre de SmartWatch, que ahora parece convertirse en un término general, también es verdad que directivos, ingenieros y trabajadores pueden entonar con orgullo aquello de “Cuando tú vas, yo vengo de allí”; ya que están comercializando su segundo modelo completamente concebido como un terminal ‘Android’, con un uso prácticamente idéntico a los terminales cargados con este SO.
Pieza de moda imprescindible por su utilidad y diseño, el Sony SmartWatch 2 se puede vincular a cualquier móvil con el mismo sistema operativo y las aplicaciones se pueden descargar de la tienda de apps, Google Play.
En lo bueno
Entre sus grandes virtudes, la facilidad de uso; ya que resulta tan familiar que es casi intuitivo. Vibra o suena cuando llegan las notificaciones e incluso permite visualizar las alertas de Whatsapp, hoy en día tan necesarias. Unos círculos amarillos junto a cada icono, nos señala cuantas notificaciones, mensajes o llamadas perdidas tenemos, lo que facilita tremendamente la relación entre el propietario y su móvil.
El número de aplicaciones existente es suficiente para darle un buen uso y, además, la batería aguanta bien y aporta más horas de vida al propio smartphone al no tener que encender la pantalla continuamente.
En lo malo
Como defecto, señalar que las alertas de Whatsapp tienen una letra tan pequeña que se hace muy difícil su lectura; que no podemos hablar ni escuchar con él, aunque sí combinarlo con unos cascos Bluetooth y que su uso, a veces, no es tan eficaz al tacto como fuera de desear.
En la salud
Detalle definitivo es el poder ducharse con él, porque siguiendo la línea de los productos recientemente comercializados de la división de móviles de Sony, el SmartWatch 2 es resistente al agua.
Así mismo, podemos permitirnos el configurar nuestro tiempo de descanso desde la aplicación del teléfono, de forma que deja de recibir notificaciones a la hora que programemos y se reanuda cuando lo indiquemos.
En la enfermedad
Uno de los peligros claros que podemos correr al utilizar el reloj es el de ‘engancharnos’, ya que ahora ni siquiera tenemos que realizar el gesto voluntario de sacar el teléfono, sino que llevamos nuestras comunicaciones en la pulsera.
Así mismo y como suele ser habitual, los usuarios avanzados o ‘early adopters’ pueden caer en pecado de presunción… ¡Pero es tan tentador!
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