Durante su comparecencia de hoy en el Congreso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado la necesidad de aplicar herramientas tecnológicas para reforzar la integridad institucional y ha anunciado que la inteligencia artificial se incorporará al sistema de contratación pública para combatir la corrupción.
La incorporación de la IA a los procesos de licitación pública pretende responder a una realidad preocupante. Según los últimos datos de la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (OIReScon), el 32,5% de las denuncias recibidas en el último año están relacionadas con irregularidades en adjudicaciones, y casi una de cada cinco señala directamente prácticas corruptas. Este contexto justifica el interés del Ejecutivo por adoptar soluciones tecnológicas avanzadas que permitan detectar y prevenir conductas indebidas.
IA al servicio de la transparencia
La inteligencia artificial aplicada al análisis de licitaciones públicas se apoya en el procesamiento masivo de datos y la detección automatizada de patrones anómalos. Este enfoque permite identificar situaciones que podrían pasar desapercibidas mediante auditorías tradicionales, como adjudicaciones reiteradas a un mismo proveedor, pliegos sospechosamente restrictivos o incrementos de coste no justificados.
“La implementación de la IA en el ámbito de la contratación pública mejora sustancialmente la calidad y adecuación de las ofertas”
“La implementación de la IA en el ámbito de la contratación pública mejora sustancialmente la calidad y adecuación de las ofertas”, defiende Xavier Piccinini, director general de DoubleTrade España, empresa especializada en soluciones analíticas.
En este sentido, apunta que el uso de algoritmos permite analizar pliegos y antecedentes de adjudicación para que las empresas puedan presentar propuestas más ajustadas a los requisitos reales, lo que redunda en una mayor competencia y eficiencia.
Más allá de la mejora en la calidad de las propuestas, la IA actúa como una herramienta preventiva al alertar sobre patrones sospechosos. Este análisis predictivo permite tomar medidas antes de que se consoliden comportamientos irregulares. Además, la automatización en la revisión de contratos reduce el margen de error humano y acelera procesos que, de otra forma, requerirían meses de revisión manual.
Un ejemplo de este tipo de solución a nivel europeo es la plataforma Integrity Watch, utilizada por distintas instituciones comunitarias para vigilar las contrataciones a gran escala y detectar posibles colusiones entre empresas. Casos como este evidencian que la clave del éxito reside en la calidad de los datos y en el diseño de sistemas interoperables que faciliten el trabajo de los algoritmos.
Desafíos pendientes en la implementación
La integración de la inteligencia artificial en el sector público no está exenta de obstáculos. Entre ellos, destaca la necesidad de garantizar el acceso a bases de datos abiertas y actualizadas, así como de superar resistencias internas dentro de las administraciones. Para Piccinini, “la transparencia en los datos es fundamental para que los algoritmos puedan operar con eficacia”.
En un momento en el que la confianza ciudadana en las instituciones depende en gran medida de la transparencia y la rendición de cuentas y que el Ejecutivo nacional está sumido en una gran serie de casos de corrupción, la apuesta por tecnologías como la inteligencia artificial supone una oportunidad para modernizar el sistema de contratación pública y reforzar los mecanismos de control.