El propósito de esta investigación es la recopilación de información de profesores y miembros del sector para que ellos mismos proporcionen sus ideas sobre el uso de la tecnología y su contribución en las escuelas. Además, cabe recordar que el uso de la tecnología durante el último año de cambios y adaptación se ha vuelto fundamental. En este contexto, el informe también ayuda a entender dónde se puede mejorar. Por otro lado, también sirve como una herramienta para revisar las oportunidades y desafíos venideros con un único objetivo, proporcionar una educación de primer nivel.
Asimismo, Luisa Crespo, responsable de Iberia y África Subsahariana de Promethean, ha explicado que "el Informe Promethean sobre el Estado de la Tecnología en la Educación 2020-2021 ha revelado algunas tendencias clave, especialmente en torno a las disposiciones de formación del personal en las escuelas. Está claro que los profesores tienen el deseo de utilizar la tecnología y muchos buscan un poco más de apoyo para ayudarles a empezar. Al encontrar nuevas formas de ofrecer una formación eficaz, los responsables de los centros educativos pueden ayudar a los profesores a desarrollar nuevas habilidades y, en última instancia, mejorar los resultados educativos para todos".
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Cinco áreas clave
En otra línea, la encuesta realizada por Promethean busca identificar las estrategias educativas y averiguar cómo se integra la tecnología en el plan de estudios. Asimismo, se barajan cuestiones sobre la carga de trabajo de los educadores, los presupuestos escolares y la mejora de las habilidades del personal laboral.
Además, a nivel general, hasta un 70% de los encuestados está de acuerdo con los objetivos estratégicos tecnológicos de su centro, enfocados, sobre todo, en nuevas técnicas pedagógicas y en la formación del profesorado, donde el mando se distribuye entre los directivos y el equipo de gestión.
Aproximadamente, el 53% del profesorado en España asegura que recibe alguna formación y apoyo para el uso de la tecnología educativa
En otra línea, una de las claves para adoptar herramientas educativas tecnológicas reside en la formación de los profesores. Aproximadamente, el 53% del profesorado en España asegura que recibe alguna formación y apoyo para el uso de la tecnología educativa, aunque no es completa o adecuada, por lo que espera que los centros educativos les proporcionen más y mejores opciones. Y, menos del 1% de los profesores y miembros del equipo directivo confirma recibir una formación y apoyo completos.
Además, según la investigación, el 16% de los encuestados que trabaja en aulas equipadas con recursos tecnológicos opta por no utilizarlos ya que no siempre funcionan, mientras que el 13% manifiesta que, aun teniendo acceso a la tecnología, prefiere no utilizarla porque no dispone del tiempo necesario para aprender cómo obtener el máximo provecho de estas herramientas.
El 36% afirma que hay poca inversión asignada a tecnología en sus centros educativos
Paralelamente, el presupuesto es un aspecto que hay que tener en cuenta. El estudio señala que el 42% de los encuestados cree que el presupuesto designado para invertir en tecnología es correcto, aunque el 36% afirma que hay poca inversión asignada a tecnología en sus centros educativos. Por consiguiente, en el 80% de los casos el presupuesto es una consideración relevante cuando se trata de la estrategia escolar.
Por añadidura, un dato bastante llamativo del informe es que refleja que la inversión en tecnología es vista de manera positiva, como factor clave y como instrumento a considerar, por lo que un presupuesto adecuado puede mejorar la transformación digital buscada por los centros educativos.
En otro marco, el uso de la tecnología en el aula es percibido por el 78% como una parte del día a día que debe reflejarse en las clases. En general, los encuestados se esfuerzan por innovar, utilizando la tecnología como herramienta para la educación y para incrementar el rendimiento de su trabajo. No obstante, el 60% de las aulas lleva a cabo un uso muy escaso de la tecnología y únicamente el 9% de los centros educativos cuenta con una tecnificación alta, lo que se traduce en un uso elevado de las diferentes tecnologías disponibles.
Si se reflexiona sobre el futuro más inmediato, se prevé que los contenidos y evaluaciones online, así como las aplicaciones se convertirán en los recursos tecnológicos más extendidos a corto plazo. En este sentido, el 50,8% de los encuestados utiliza esta forma de trabajar para realizar informes de asistencia, el 32,9% para evaluaciones formales y el 30,2% para evaluaciones informales. El 81% de los profesores y el 87% del equipo directivo cree que el uso de tecnología se combinará con los recursos tradicionales y los actuales métodos de enseñanza.
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