Este acuerdo se enmarca en el nuevo Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas e incluye una serie de medidas entre las que destacan la disponibilidad en 2020 del espectro de radio necesario para la puesta en marcha de la 5G, nuevas normas que aportan una mayor previsibilidad a las inversiones, así como una mejor coordinación en los procedimientos de asignación del espectro.
"Estamos preparando el terreno para el despliegue del 5G en Europa"
"Estamos preparando el terreno para el despliegue del 5G en Europa”, señala Andrus Ansip, vicepresidente de la Comisión para el Mercado Único Digital de la UE. “Es algo vital ya que muchos avances, desde los vehículos conectados hasta las ciudades inteligentes pasando por la telemedicina, no serán posibles sin una conectividad de primer nivel", señala.
Las nuevas medidas buscan favorecer la inversión de varias teleoperadoras en proyectos concretos como redes de muy alta capacidad a través de una reducción de la regulación. El Ejecutivo comunitario considera que, además, la nueva normativa aportará una mayor previsibilidad a las inversiones de aquellas compañías que asumen el riesgo de invertir en redes e infraestructuras situadas en zonas menos rentables económicamente, como las rurales.
Esto solo puede llevarse a cabo si las compañías de telecomunicaciones, la industria y las autoridades se ponen de acuerdo para sumar esfuerzos y remar en la misma dirección.
Además, facilitará a los operadores pequeños la participación en los proyectos de inversión gracias a la puesta en común de los costes derivados de la puesta en marcha.
"La UE está lista para liderar el despliegue del 5G. Es tiempo de cumplir lo prometido” ha remarcado Mariya Gabriel, comisaria para Economía Digital y Sociedad. “Esto solo puede llevarse a cabo si las compañías de telecomunicaciones, la industria y las autoridades se ponen de acuerdo para sumar esfuerzos y remar en la misma dirección", destaca.
Bruselas está a la espera de alcanzar un acuerdo definitivo bajo la Presidencia búlgara del Consejo. Además, el acuerdo alcanzado está a la espera de ser ratificado por los gobiernos de la UE y por el Parlamento Europeo antes de que se apruebe.