Este asunto se remonta a noviembre de 2020 cuando la Comisión Europea acusó a Amazon por utilizar su tamaño, poder y datos para impulsar sus propios productos y obtener una ventaja injusta sobre los comerciantes rivales que ponen sus productos en venta en su plataforma digital.
Se abrió una investigación sobre un supuesto tratamiento preferencial de Amazon de sus propias ofertas minoristas
Además, se abrió una investigación sobre un supuesto tratamiento preferencial de Amazon de sus propias ofertas minoristas, y las de los vendedores que usan sus servicios de logística y envío. Actualmente, la compañía se está enfrentando a discusiones con el encargado de hacer cumplir la competencia de la Unión Europea y ha presentado concesiones para gestionar sus preocupaciones. Sin embargo, las conversaciones de conciliación pueden tardar meses en concluir, sin garantía de que las dos partes lleguen a un acuerdo.
Por su parte, Amazon también se enfrenta a un conflicto en India después de que miles de páginas de documentos internos de la compañía muestran que desarrolló una campaña sistemática de creación de imitaciones y manipulación de resultados de búsqueda para impulsar sus propias líneas de productos en India.
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Plan de acción
Paralelamente, una oferta para llegar a un acuerdo le da a la empresa la oportunidad de reducir las demandas regulatorias de cambios en las prácticas comerciales que se consideran anticompetitivas. Según los ingresos de 2020, eso podría sumar aproximadamente $38.6 mil millones para Amazon.
Sin embargo, cabe destacar que Amazon cuenta con el “apoyo” de la jefa antimonopolio de la Unión Europea, Margrethe Vestager que ha citado que en 2017 Amazon tuvo la voluntad de ofrecer concesiones para resolver una investigación sobre sus acuerdos de distribución con editoriales de libros electrónicos en Europa, que posteriormente aceptó.
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