Inevitable agobiarse tras los años de pandemia en stands que por su relevancia deberían tener un tamaño mayor y a los que no se puede ni acceder. Inconcebible que las empresas más importantes de la feria se agolpen en un altísimo tanto por ciento en un solo pabellón, con un único pasillo de circulación. La experiencia debería ser un grado y nos debería servir para no repetir fracasos.
Pero si esa situación, vivida durante todos los días de feria, produce cierta aprensión y conlleva cierto rechazo (imposible grabar una demo porque no había espacio vital), el caso contrario es aquel en que encontramos zonas abiertas, arquitectura y diseño atractivo, las demos son accesibles, interesantes, con una narrativa, hay algo parecido a orden y concierto y, sobre todo la gente te recibe con una sonrisa.
And the winner is…
Y sí, the winner is Mobile World Capital Barcelona. Indudablemente hay otros espacios siempre impactantes como son el stand de Ericsson o el de Huawei; que son los ‘châteaus’ del evento, pero son espacios privados a los que sólo se accede por invitación.
El Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC), con Vicentre Guallart al frente, fue el encargado de representar conceptualmente las antiguas naves industriales catalanas construidas en madera como en los tiempos remotos de la edificación, pero dentro del más reciente concepto passivhaus (construcción sostenible). El viaje a través de la historia, también se aprecia en la transición entre los arcos apuntados que inspiran la Barcelona gótica hasta esta otra Ciudad Condal identificada con las ondas que caracterizan la movilidad, la conexión y la comunicación.
Remember de future
Lejos de lo que ocurre en otros pabellones, ‘la cápital’ partía de una propuesta desarrollada por el equipo de Francesc Fajula, CEO de MWCapital, cuyo lema era: ‘Remember the future’; una experiencia entre el juego y la sorpresa que invitaba a recordar la Barcelona que fue y que es icono industrial. Para ello eligieron demostraciones de diferentes sectores emblemáticos como la salud, la moda, la energía o la automoción, aludiendo a una tecnología más sostenible, más resiliente y para mayor gloria de los seres humanos y lo hicieron de la mano del Barcelona Supercomputing Center, quien a través de datos biométricos representaba gráficamente tu corazón; la empresa de automoción Hispano Suiza que transformó su nuevo hypercar eléctrico en un mederno simulador; Desigual que mediante una aplicación permitía personalizar las prendas y Wallbox con una demostración de recolección, carga y consumo eléctrico.
“Barcelona siempre ha sido sinónimo de futuro”, argumentaba Francesc Fajula; “en un entorno de transformación continua -aseguraba-, la tecnología es el acelerador de los avances que cambiaran la sociedad y la economía tal y como las entendemos hoy. Por eso, queremos evidenciar las oportunidades y los retos que tenemos por delante para consolidar un futuro digital equitativo, justo y, por lo tanto, más sostenible”.
Así mismo, los visitantes al stand pudieron ver piezas originales de algunos inventos revolucionarios del último siglo, experimentar un viaje inmersivo a través de las cuatro grandes revoluciones industriales (de la mecánica a la electricidad, pasando por la digital, hasta la IA) y asistir en un anfiteatro preparado para la ocasión a una completísima agenda de conferencias.