Los 17 millones de habitantes de la ciudad de Shenzhen estarán confinados desde ayer y hasta el próximo 20 de marzo, aunque no es la única ciudad asiática que sufre estas medidas. Changchun, con 9 millones de habitantes también está confinada, al igual que algunas áreas de Pekín. Por su parte, Shanghái ha pedido a sus ciudadanos que limiten sus salidas al exterior a lo básico (aquí tiene su sede el fabricante de chips SMIC) y Hong Kong ha disparado su incidencia en las últimas semanas.
Pero más allá de los casos, la importancia reside en el confinamiento de la ciudad de Shenzhen, situada al sur de China, y es que esta ciudad es la sede principal o secundaria de gigantes tecnológicos como Huawei, Tencent, Oppo y Xiaomi, entre otras, pero que sobre todo es una de las principales fábricas a nivel mundial de smartphones (y otros equipos tecnológicos). Es difícil de calcular, pero expertos del sector apuntan a que hay cerca de 6.000 fábricas en la ciudad, destacando especialmente el imperio del gigante Foxconn.
Shenzhen desafía a Silicon Valley
Leer más
Foxconn paraliza operaciones
La decisión del gobierno asiático de cerrar la ciudad golpea a Foxconn y otros fabricantes que se han visto obligados a suspender sus operaciones en la ciudad. Esta compañía es el mayor fabricante de productos electrónicos por contrato del mundo y el proveedor principal de empresas como Apple y Samsung.
En concreto, el fabricante detiene sus fábricas en Longhua y Guanlan hasta nuevo aviso, cerrando así el segundo centro más grande de Foxconn en el país con unos 200.000 trabajadores en la ciudad.
La compañía explica que ha “ajustado la línea de producción para minimizar el impacto potencial” del cierre de Shenzhen, apoyándose en “los centros de producción diversificados de la compañía en China”.
Otros gigantes echan el cierre
Asimismo, el fabricante de circuitos impresos Unmicron ha detenido este lunes la producción de su fábrica en Shenzhen junto a más de 40 fabricantes taiwaneses de semiconductores y otros componentes que anunciaron el lunes en la Bolsa de Taiwán el cierre temporal de sus instalaciones en Shenzhen y en Dongguan.
El cierre de la ciudad afectará también a muchos gigantes chinos como Huawei, aunque mantiene operativas sus oficinas según fuentes locales, y el fabricante de coches eléctricos BYD que ha detenido la producción de parte de sus fabricas en la ciudad.
Digitalizar las carreteras, la solución necesaria para solventar problemas de suministro y logística
Leer más
Un puerto clave entre China y el mundo
La importancia de la ciudad de Shenzhen va más allá de sus fábricas y de los gigantes tecnológicos que operan en esta región y es que cuenta con uno de los puertos más importantes del mundo en cuanto a transporte de mercancías, la segunda más grande de comercio exterior de toda China que en 2020 movió más de 26,55 millones de TEUs (unidad de medida de transporte marítimo representada por contenedores).
El cierre de la ciudad volverá a tensar la cadena de suministro
El cierre de la ciudad se espera que provoque un aumento de las tarifas internacionales y de los precios de los contenedores marítimos que ya están en máximos históricos, según previsiones del sector, por lo que se espera un impacto en las cadenas de suministro.
Este impacto se suma al cierre de numerosas líneas que operan el ferrocarril Asia-Europa, por la invasión de Ucrania por el ejercito ruso, lo que volverá a tensar la cadena de suministro que a principios de año se empezó a estabilizar y que ha vuelto a dispararse por el coste de los carburantes, energía, escasez de camioneros y camiones y por los problemas provocados por la COVID-19.