La entrada de Saudi Telecom Company (STC) en el accionariado de Telefónica de manera sorpresiva para los directivos de la teleco española y para el propio Gobierno ha sacudido el mercado de las telecomunicaciones en nuestro país a esperas de que el Ejecutivo, que se encuentra en funciones, tome cartas en el asunto para permitir esta operación, bloquearla o paliar su efecto en una empresa calificada como estratégica para el país.
“Telefónica es una de las compañías más estratégicas, si no la más estratégica, de nuestro país”
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, defendía hace unos días que “Telefónica es una de las compañías más estratégicas, si no la más estratégica, de nuestro país” tanto por “su importante papel en el ámbito de las telecomunicaciones, sino también por la defensa".
Por tanto, Calviño ha asegurado que "lo seguiremos defendiendo de una manera que incentive e impulse la inversión extranjera, que está teniendo un papel tan importante para el desarrollo económico" de España.
Esto abre la puerta a que el Gobierno dé luz verde a la operación, pero equilibrándolo con una participación mayor de empresas españolas, por lo que la mayoría esté en manos de inversores nacionales.
26 años después, el Gobierno plantea volver a entrar en Telefónica
Según avanzaba en exclusiva El Confidencial, el Gobierno está estudiando varias opciones para afrontar esta situación, entre ellas, la posibilidad de intervenir en el accionariado de la principal teleco de nuestro país, antiguo monopolio y que lidera el mercado en términos de ingresos y en términos de clientes (aunque si la fusión de Orange España y el Grupo MásMóvil sale adelante, caerá a la segunda posición en este punto).
En febrero de 1997, Telefónica dejó de ser una empresa pública y se vendió el 20% restante del capital por 3.720 millones de euros, con la acción a 19,78 euros. Ahora, la compra del 5% que está planteando el Gobierno ascendería a unos 1.000 millones de euros.
En este sentido, ante la elevada cifra, el Gobierno plantea llevar a cabo esta operación a través de la SEPI de la mano de empresarios españoles de largo plazo que quieran defender el interés estatal. Los nombres no sorprenden: La Caixa, que ya posee un 5% y mantiene su voluntad de conservar la rojigualda en Ronda de la Comunicación; pero también otros como el propio Amancio Ortega, que ya es socio de la teleco a través de Pontegadea, su vehículo de inversión, que posee una participación de Telxius; Florentino Pérez, presidente de ACS; la familia Riberas, dueña de Gestamp, también accionista de la teleco; Juan Roig (Mercadona), con quien la teleco ya coopera en algunas inversiones conjuntas a través de Wayra y otros vehículos de inversiones de Telefónica; y la familia Del Pino (Ferrovial), que tiene con esto una oportunidad de apaciguar las aguas con el Ejecutivo después de trasladar su sede social a Países Bajos la pasada primavera.
El Gobierno responde
“No vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre esta operación”
Hoy mismo, preguntada al respecto, Isabel Rodríguez, ministra portavoz del Gobierno en funciones, ha señalado tras el Consejo de Ministros, que “el Gobierno está defendiendo el interés estratégico para nuestro país, al tiempo que estamos atrayendo inversiones extranjeras para la atracción de nuevas tecnologías, de innovación, de crecimiento y generación de empleo de calidad que conlleva este tipo de empresas de nuestro país y de sus inversiones”, pero asegura que no “vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre esta operación”.
STC pide “cooperación” con Telefónica
“Esta inversión tiene como objetivo fortalecer la cooperación entre las dos empresas"
Ante todas estas informaciones, precisamente hoy ha sido el grupo saudí STC quien se ha expresado públicamente sobre la operación, con motivo de la presentación de sus resultados económicos. Concretamente, el consejero delegado, Olayan M. Alwetaid, ha señalado que “esta inversión tiene como objetivo fortalecer la cooperación entre las dos empresas para beneficiarse de todas las oportunidades disponibles en el futuro" y asegura que va en la línea con su “ambiciosa expansión” y con el “crecimiento sostenible del grupo”.
Así, los saudíes insisten en una “cooperación” para “operaciones futuras” con la teleco española, lo que abre la puerta a que la relación entre ambas entidades vaya más allá de ser un simple inversor.