El Orange Infinity HomeBox llega con una promesa ambiciosa: convertirse en el centro multimedia del salón. No es un simple descodificador, sino un dispositivo que combina Android TV 12, sonido firmado por Bang & Olufsen y conectividad de última generación para ofrecer algo más que la televisión del operador naranja.
Tras unos meses de uso, puedo decir que cumple con lo que promete: es estable, cómodo y con una calidad audiovisual notable. No obstante, también tiene detalles mejorables que conviene conocer.
La primera impresión es la de un producto cuidado, sólido, pensado para durar. En mi caso, llega para complementar la Smart TV de TCL con Google TV que tengo en el salón, introduciendo el sistema Android TV para ofrecer una experiencia abierta: actualizaciones rápidas, acceso a todas las plataformas de streaming y la posibilidad de instalar APKs que no aparecen en la Play Store. Desde ese punto de vista, el HomeBox es un acierto.
Diseño y montaje
A diferencia de otros descodificadores pequeños, este HomeBox tiene presencia. Es un dispositivo grande y algo pesado, pensado para colocarse bajo la tele o en un mueble, no para esconderlo detrás. El acabado textil de los laterales y el frontal limpio con el logo de ‘Infinity HomeBox’ aportan un toque elegante. Dentro de ese diseño hay una explicación clara: el cuerpo aloja un sistema de sonido completo, con woofer y altavoces integrados.
La instalación es sencilla: basta con conectar el cable HDMI (mejor en un puerto eARC/ARC), el Ethernet, si se prefiere estabilidad sobre WiFi y, opcionalmente, la antena TDT. La configuración inicial pide la cuenta de Orange y la de Google, como cualquier Android TV. En pocos minutos, el sistema está listo y, lo más importante, no está limitado: puedes instalar aplicaciones, gestionar el almacenamiento o incluso activar las opciones de desarrollador.

El mando a distancia tiene un diseño funcional y de buena calidad. Incluye micrófono para el Asistente de Google y conexión Bluetooth para controlar tanto el HomeBox como la tele. No hay botones dedicados a plataformas de streaming ni a Orange TV, algo que sorprende, pero que encaja con el enfoque más “neutral” del equipo.
Experiencia de uso
Orange ha modificado el aspecto de Android TV para hacerlo más suyo, con una interfaz que mezcla las recomendaciones de Orange TV con las de las demás plataformas. El resultado es un entorno visualmente atractivo, con menús grandes y navegación vertical, aunque la personalización es limitada: el sistema no distingue entre servicios contratados y no contratados, por lo que sugiere series o películas que no siempre puedes reproducir. Sería interesante incorporar una función opcional que lo limite a las suscripciones activas.
La fluidez general es buena. Moverse por los menús o abrir aplicaciones es rápido y sin lag. Sin embargo, hay un detalle que me ha resultado molesto: cuando seleccionas una app desde la pantalla principal, por ejemplo, Netflix, Disney+ o Prime Video, el sistema no abre directamente la app, sino que te mantiene en la interfaz de Orange para buscar contenido dentro de su agregador. Para lanzar la aplicación real tienes que ir a la pestaña “Apps y juegos”. Es un comportamiento extraño, poco intuitivo, que rompe un poco la experiencia natural del usuario.
Por lo demás, la navegación es estable y los tiempos de carga son razonables. El mando responde bien y la integración con el Asistente de Google permite usar comandos de voz para abrir aplicaciones, subir volumen o pedir información.

Orange TV y ecosistema Android
El gran valor del HomeBox está en que no te encierra en Orange TV. La plataforma del operador se integra con el resto de apps, pero sigue siendo un Android TV completo: puedes descargar cualquier aplicación disponible en la Play Store o incluso instalar otras por APK. En mi caso, he podido añadir apps como HBO Max, Movistar Plus+, Disney+, Prime Video, Netflix, Filmin y Atresplayer Premium sin problemas.
Orange ha apostado por un concepto de agregador de contenidos, donde todo se mezcla en la misma pantalla. El planteamiento tiene sentido, pero le falta algo de precisión: las sugerencias no siempre reflejan tus hábitos ni tus suscripciones. Aun así, el sistema es ágil y visualmente atractivo, con transiciones suaves y una navegación clara entre secciones de cine, series o deportes.
El Asistente de Google funciona de manera idéntica a otros Android TV: basta con decir “Hey Google” o pulsar el botón del mando para ejecutar búsquedas, controlar dispositivos del hogar o consultar información. No hay integración con Gemini todavía, pero cumple sobradamente en el día a día.
Imagen
A nivel de imagen, el Infinity HomeBox de Orange ofrece una calidad de imagen muy sólida, a la altura de un buen reproductor Android TV. Reproduce contenido en UHD 4K con soporte para HDR10+ y Dolby Vision, con colores ricos y buen contraste. En plataformas compatibles, la diferencia frente a Full HD se nota especialmente en escenas oscuras o de alto contraste.
La negociación con la tele mediante HDMI 2.1 es estable: detecta sin problemas las capacidades del panel y adapta el rango dinámico. En ningún momento he notado tirones ni problemas de sincronización, incluso con vídeos de gran bitrate. También es posible ajustar el área visible desde los menús de imagen, algo útil si tu televisor “recorta” los bordes de la interfaz.

Sonido
En el sonido tenemos una de las mayores sorpresas del Infinity HomeBox. Orange ha confiado en Bang & Olufsen para el sistema acústico, y el resultado es más que convincente. Cuenta con un woofer de 17 W y tres altavoces de 3 W que entregan un sonido envolvente y equilibrado, compatible con Dolby Atmos.
No es una barra de sonido como tal, pero cumple perfectamente su función para quienes no tienen una. Los diálogos son claros, los efectos tienen buena presencia y los graves se sienten sin exagerar. En mi caso, el audio me ha parecido bueno, con volumen suficiente para un salón medio-grande. Si se combina con altavoces externos el conjunto podría ganar potencia, pero así de serie ya ofrece un nivel más que notable.

También puede usarse como altavoz Bluetooth, lo que permite enviar música desde el móvil o la tablet sin necesidad de encender la tele. Y si el televisor tiene soporte eARC, el HomeBox puede actuar como altavoz principal incluso cuando está en reposo, lo que amplía sus usos más allá del contenido de Orange TV.
Rendimiento y conectividad
En su interior, el Infinity HomeBox monta el procesador Broadcom BCM72178 con cuatro núcleos a 2,6 GHz y los 4 GB de RAM que permite un rendimiento fluido. Durante mis pruebas no he sufrido cuelgues ni ralentizaciones graves, salvo algún retraso puntual al cambiar entre aplicaciones pesadas. En general, la experiencia es muy estable.
La conectividad está bien cubierta: Ethernet gigabit, WiFi 6, Bluetooth 5.0, dos USB 2.0 y, sobre todo, sintonizador TDT DVB-T2, algo poco habitual en este tipo de dispositivos. Es especialmente útil cuando hay cortes de red: puedes seguir viendo los canales terrestres sin depender de Internet. También permite conectar mandos de juego o webcams para videollamadas, ampliando sus posibilidades como centro de ocio.

Conclusión
El Orange Infinity HomeBox es un dispositivo redondo en su propuesta. Reúne en un único aparato televisión, streaming y sonido, y lo hace con un acabado premium y una experiencia fluida. La imagen es de gran calidad, el audio supera con creces al de cualquier televisor medio y la libertad que da Android TV lo convierte en una opción versátil tanto para usuarios de Orange como para quienes busquen un centro multimedia todo en uno.
Tras dos meses de uso, la valoración es muy positiva: me ha gustado mucho y me he sentido muy cómodo con él. El sonido es equilibrado y sorprendentemente bueno, la navegación es ágil y la integración con Android TV está bien lograda. Solo hay un punto que necesita mejora: ese comportamiento de la interfaz que impide abrir directamente las apps desde la portada y obliga a entrar en la sección de “Apps y juegos”. No es grave, pero rompe la naturalidad del uso.
Por lo demás, el HomeBox demuestra que los descodificadores de operador pueden ser algo más que un intermediario para la tele, ojalá aprendan otros operadores de ello. Orange ha creado un dispositivo que se defiende por sí mismo, tanto en diseño como en funcionalidad, y que justifica con creces los 5 euros mensuales de su alquiler.
Nota: 8,5/10
Lo mejor: sonido de calidad y Android TV completo.
Lo peor: la interfaz no abre directamente las apps de streaming.