Este museo virtual ha sido diseñado por el estudio de arquitectura Creus e Carrasco, “la arquitectura debe explicar la continuidad de las necesidades vitales y construir el paso de una a otra, el cambio. Si da un paso atrás, no es real, sólo recuerdo” es el primer punto del decálogo de este estudio. El MUV representa una localización imaginaria de Galicia en el que se presenta la visión de un poema redactado bajo los efectos de un psicotrópico. El poema es Kubla Khan escrito por Samuel Taylor Coleridge en otoño de 1797.
“La naturaleza digital del museo lo convierte en un espacio versátil, flexible y nómada, que facilita el desarrollo de aquello que no se puede realizar en un museo real”
Susana González, directora de la Colección de Arte FMJJ, ha explicado que “la naturaleza digital del museo lo convierte en un espacio versátil, flexible y nómada, que facilita el desarrollo de aquello que no se puede realizar en un museo real”. Uno de los puntos principales de actuación es el apoyo de proyectos innovadores que se articulen en torno a temas como la preservación del patrimonio cultural y natural.
La presidenta de la fundación, Felipa Jove, explica que “llevamos años comprometidos con la formación, la promoción del arte y el apoyo a la creación artística, pero, ante una época tan difícil como la actual, queremos incidir en esta dirección”.
Desarrollo del MUV
Definido como una estructura brutalista de 3.000 metros cuadrados frente al océano Atlántico, el MUV es visto desde sus promotores y creadores como “una plataforma para el arte y la cultura, un entorno virtual y digital interactivo, abierto a nuevas formas de incidir en la investigación, en la comunicación y en la transferencia de conocimiento, a través de la práctica artística”.
El MUV se ha creado en un entorno tridimensional e inmersivo elaborado por ordenador para exponer un mundo simulado que facilita la interacción y la experimentación de las personas. Esto ha sido posible gracias a Xoia Software Development, empresa dedica al diseño, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones basadas tanto en la tecnología de Realidad Aumentada como Realidad Virtual aplicándolas a todo tipo de plataformas, desde smartphones a HTC Vive u Hololens, en sectores como la industria, la ciencia y la educación, la cultura o el turismo.
De la misma forma, también lo agrario forma parte de ese paisaje, donde los huertos y el parcelario definen un sistema ordenado (mosaico) de accesos y terrenos cultivados que termina definiendo desde los patios y recorridos hasta las plazas y recintos expositivos.
A este museo virtual se puede acceder a través de la página web con una visualización digital o recorrerlo con gafas de realidad virtual. La sede principal del MUV, donde se gestionan los contenidos, se encuentra en A Coruña, donde existe un espacio físico de visualización virtual y otro en el espacio “real” en la Universidad de Coruña.
Así mismo, el MUV ha anunciado que “apostarán por una importante línea editorial, que incluirá publicaciones, conversaciones y un archivo digital. Además, mantendremos una vinculación directa con los proyectos asociados a las becas, premios y residencias artísticas promovidos por la Fundación María José Jove, así como con la Colección de Arte FMJJ, contribuyendo al apoyo de la visualización de los trabajos de los artistas apoyados por la entidad”.
Calendario de exposiciones
Según el calendario de exposiciones del MUV para esta primera temporada, incluye dos proyectos sobre arquitectura industrial, el proyecto expositivo Camiño Negro, de Damián Ucieda y comisariado por Juan de Nieves, activo hasta el 3 de julio, y en abril presentarán Arquitectura Límite, un proyecto de documentación sobre la arquitectura industrial en el litoral; la exposición de Katrin Niedermeir sobre música y danza popular, comisariada por Chus Martínez; y el proyecto de Irene Kopelman en relación a la geología de la Ribeira Sacra, comisariado por Susana González.