Elon Musk finalmente consiguió cumplir su capricho, comprar por 44 mil millones de dólares la red social del pueblo. El emprendedor de los coches eléctricos y del desarrollo espacial ha conseguido lo que todos creían imposible. Aún faltan un par de meses para llegar hasta el final del proceso debido a los trámites legales y las posibles trabas regulatorias.
Incertidumbres alrededor de la compra
Esta adquisición por parte de la persona más rica del mundo y dueña de Tesla plantea preguntas que quedan en el aire sin respuesta para los usuarios. Estos se preguntan por qué ha perseguido con tanto tesón esta operación hasta conseguirlo. Twitter no es una fuente de dinero, por lo que no se entiende la motivación del magnate de los coches eléctricos, quien declaró que esta compra no era cuestión de rentabilidad ni factores económicos, lo único que valora es la influencia.
La compra no tiene intereses económicos, se basa en principios según Musk
"Esto es muy importante para tener un espacio de libertad de expresión que sea inclusivo. Twitter se ha convertido de hecho en la plaza pública en el que la gente tiene tanto la realidad como la percepción de que puede hablar libremente dentro de los límites de la ley", declaró Musk tras anunciarse su oferta de adquisición.
La libertad de expresión y la veracidad en peligro
Elon Musk no es el usuario ideal de la aplicación ya que tiene una larga historia de acoso, difusión de informaciones falsas y juegos con los legisladores usando sus tweets. Hay que remarcar que es una personalidad influyente en la aplicación y cuenta con más de 82 millones de seguidores en la actualidad. Por ello los usuarios se preguntan cómo se van a gestionar uno de los principales problemas de la plataforma como son las fake news en manos de un histórico manipulador.
Una de las cuestiones más criticadas por el dueño de Space X es la prohibición permanente que pesa sobre el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien fue expulsado tras la insurrección contra el resultado electoral de 2021. Diferentes expertos han mostrado su preocupación por el control en manos del multimillonario y que no garantice la libertad de expresión.
Musk ha dejado claro que está totalmente en contra de las "prohibiciones permanentes" de la plataforma
El principal “problema” que el público ve en la privatización de la empresa es el poder que le da para desplegar productos, tomar decisiones y operar con menor transparencia, mayor rapidez y sin escrutinio. A su vez, también preocupa el marco de censura que el propio Musk ha denunciado en varias ocasiones, aunque no ha hecho declaraciones al respecto aún.
Los cambios que vienen
Elon Musk es un usuario que constantemente utiliza la herramienta de encuestas de la plataforma para saber qué es lo que el resto de los integrantes de la red social piensan al respecto y por ello se pueden intuir una serie de cambios que llegarán a la aplicación bajo el mandato de Musk.
Una de las primeras acciones que el magnate llevaría a cabo sería eliminar la publicidad para los suscriptores de Twitter Blue, la versión premium que muchos no conocen ya que solamente está disponible en Estados Unidos, Canadá y México. Además, también idea reducir la cuota mensual de 2,99 a 2 dólares. Este es un cambio arriesgado ya que el 90% de los ingresos de la plataforma provienen de la publicidad.
Siguiendo la línea de cambios con la financiación, un cambio importante es la reducción de presión sobre los accionistas por cotizar en bolsa ya que esto desaparece al convertirse en una compañía privada y, a partir de ahora, las buenas o malas decisiones solo recaen sobre Elon Musk.
Otra opinión que Musk quería saber acerca de sus seguidores era si el algoritmo de la plataforma, aquel que decide qué tweets aparecen primero, debería ser de código abierto. Tras la fuera respuesta positiva, el multimillonario expuso en su TED Talk del pasado 14 de abril que “una de las cosas que creo que Twitter debería hacer es poner en código abierto el algoritmo y mostrar que si se ha hecho cualquier cambio en un tuit sea aparente, de manera que todo el mundo pueda ver que no hay manipulación por detrás, sea algorítmica o manual”. Esto viene motivado por las numerosas denuncias que Twitter ha recibido en los últimos años por el “shadow banning” que hace a cuentas consideradas problemáticas por las políticas de moderación.
El dueño de Tesla se ha posicionado fuertemente en contra de los bots en numerosas ocasiones, recientemente ha expresado que si su oferta de compra prosperaba derrotaría a los bots de spam o moriría en el intento. Con ello hacía referencia también a los “trending topics” ficticios creados por miles de cuentas automatizadas que tuitean sin control. Por ello, Musk propuso verificar a todos los usuarios humanos para eliminar o mitigar la influencia de robots.
Por último, una de las opciones más pedidas por los usuarios año tras año puede que se convierta en realidad de la mano de Musk y de forma más inmediata. El botón de editar podría llegar pronto ya que la cuestión fue planteada el 5 de abril en otra de sus recurrentes encuestas, recibiendo un respaldo abrumador. Twitter pocos días después anunció que llevaba tiempo trabajando en él y que pronto llegaría a los usuarios.
Twitter está trabajando en un botón de edición
Usuarios en contra, empleados preocupados y apoyo del cofundador
En cuanto la noticia de la compra se hizo oficial, el hashtag #RIPTwitter surgió llegando a tener miles de tweets detrás. Esta fue una clara señal de disconformidad con la adquisición por parte de Musk. La mayoría de las opiniones contrarias están relacionadas con lo mencionado anteriormente referente a la preocupación de la libertad de extremistas en la red por parte del dueño. En cambio, fue felicitado por los usuarios que pertenecen al sector conservador por garantizarles libertad de nuevo.
Pero esto no es una huida, ya que, en medio de las críticas, los usuarios dejaron claro que aun con Elon Musk en la gerencia, no se irán de la plataforma y mantendrán su actitud crítica y compartiendo sus opiniones.
Los trabajadores llegaron a realizar peguntas a su propios jefes a través de la red social ante la nula comunicación interna
Mientras se da la transición y se empiezan a ver los cambios prometidos por Musk a su nueva empresa, se seguirán escuchando las voces de quienes defienden y rechazan su nuevo movimiento, uno de los más trascendentales reportados en lo que va de año.
En cuanto a los empleados, existe y es real el miedo que tienen de un futuro en el que Musk sea la estrella de todo su universo. De hecho, han mostrado su disconformidad en cuanto a la compra explicando que nadie les ha dado información de como funcionará la plataforma y su equipo de trabajo a partir de ahora. Algo que ha llamado la atención ha sido que algunos de ellos han recurrido a preguntárselo directamente al propio Musk o a Parag Agrawal, director general de la compañía, a través de Twitter.
Sin embargo, sus esfuerzos no han dado frutos ya que las respuestas han sido casi inexistentes según informan 11 empleados al diario New York Times. Solo se escuchaban rumores en los pasillos y mensajes de enfado y miedo en chats privados. Uno de sus mayores temores es que las largas jornadas de trabajo para combatir contra el contenido toxico en Twitter sea echado a perder y la comunidad tuitera se convierta en un espacio conflictivo, algo que acompaña a Musk continuamente tras sus declaraciones impredecibles, abruptas y su facilidad para crear hostilidad en la red.
Aun así, Musk no está solo. Tiene el respaldo nada menos que del cofundador de la red social Jack Dorsey. El comunicado de prensa señaló que la decisión de la junta fue unánime y el mismo Dorsey declaró en Twitter que había elegido a Parag Agrawal como sucesor en el puesto de director ejecutivo, por lo que puede significar que seguirá en el puesto tras la compra del magnate estadounidense.
“En principio, no creo que nadie deba poseer o administrar Twitter”, continúa Dorsey. Piensa que el servicio es un bien público. Pero debido a que es una empresa, alguien debe poseerla; esta es la tragedia de fundar un negocio, supongo. “Gracias a los dos por sacar a la empresa de una situación imposible”, escribió. “Este es el camino correcto... lo creo con todo mi corazón”. Con estas declaraciones deja en claro la mala situación económica en la que la red social se encontraba y que la opción de Musk era imposible de rechazar.
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