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Por Alfonso de Castañeda
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alfondcctelycom4com/8/8/17
martes 28 de marzo de 2023, 10:00h

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El mes de febrero empezó con el lanzamiento de la nueva serie Galaxy S23 de Samsung, la más potente de la compañía para competir en la gama alta/premium de smartphones, un entorno en el que sabe moverse y demostrar sus capacidades.

Ya con los S22, los surcoreanos aglutinaron los Note como los S para ofrecer un equipo de gama alta que combine lifestyle con productividad y ahora repiten la estrategia incorporando especificaciones y características de gama premium con una serie de funcionalidades de la gama más alta de trabajo, con el S Pen como gran aliado.

Siempre es complicado empezar el año con el objetivo de querer ser el mejor durante el resto del 2023, pero Samsung lo tiene claro: arrancar el primer semestre con su gama alta y el segundo semestre con sus plegables y así parece que seguirá siendo para los próximos años. En este caso, el Galaxy S23 Ultra es el gran protagonista.

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Diseño sin grandes sorpresas

El Galaxy S23 Ultra hereda el cuidado diseño de la generación anterior continuando así con el estilo minimalista que representa a este equipo con una trasera mate en el que las huellas apenas se notan, pero con un cierto afán por atraer el polvo alrededor de las grandes cámaras. La trasera queda así libre, a excepción de la zona izquierda superior en la que están las cámaras y la inferior en la que se sitúa el logotipo de la marca y todos los detalles relativos a la certificación europea.

Samsung demuestra que con materiales reciclados también se puede hacer un smartphone de primer nivel

En esta ocasión, Samsung ha apostado por aumentar el uso de materiales reciclados en pro de la sostenibilidad y el medioambiente, una cuestión que no afecta en absoluto a la calidad premium del terminal, lo que demuestra que con materiales reciclados también se puede hacer un smartphone de primer nivel.

En los bordes, planos en esta ocasión, sí notamos una mayor captura de huellas al ser de aluminio brillante. En el lateral derecho se encuentra el control de volumen y de apagar/encender el terminal, mientras que el izquierdo queda limpio. En la zona inferior se sitúa el hueco para el S Pen (incluido), el puerto USB tipo C de carga y un altavoz.

Si nos fijamos en la frontal nos encontramos con una pantalla que reduce al mínimo la curvatura, lo que disminuye al máximo los toques fantasmas, pero mantiene la sensación de pantalla infinita.

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Pantalla y sonido con extremada nitidez

Si nos adentramos en la pantalla, el Galaxy S23 Ultra de Samsung monta un panel de 6,8 pulgadas de tipo Dynamic AMOLED con una resolución QHD+ (3.080x1.440p) con una tasa de refresco adaptativa de 1 a 120Hz y con una calidad de color capaz de mostrar el 100% del espectro DCI-P3 y protegido por un Corning Gorilla Glass Victus 2 con un pico de brillo de 1.750 nits, por debajo de los iPhone 14 Pro y 14 Pro Max que alcanzan los 2.000 nits.

El Galaxy S23 Ultra monta el que probablemente es el mejor panel del mercado

Más allá de las cifras y los datos, la realidad es que el Galaxy S23 Ultra monta el que probablemente es el mejor panel del mercado, con una nitidez extraordinaria (aunque dicho sea de paso, el equipo viene con FHD+ predeterminado por lo que hay que activar el QHD+, Samsung es hora de cambiar).

A pesar de que para muchos la curvatura es un problema, en el caso del Galaxy S23 Ultra no se le puede echar en cara porque es realmente suave y pequeña, aunque se sigue notando la mínima sombra que provocan estas curvaturas en todos los equipos con pantalla curva.

Entrando en el apartado del sonido, el Samsung Galaxy S23 Ultra cuenta con dos altavoces estéreo y Dolby Atmos, lo que permite un resultado extremadamente nítido, incluso con volúmenes altos, especialmente en tonos altos y medios, y con graves correctos.

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Rendimiento de la mano de Qualcomm

Pese a que estamos acostumbrados a que los Galaxy monten procesadores ‘made in Corea’ de la propia Samsung, las eras acaban y ahora le toca el turno a los Snapdragon. El titular de este bloque no es simplemente informativo, sino que la marca Qualcomm conlleva un gran sello de identidad y de calidad alineado a sus productos.

Samsung apuesta en esta ocasión por el chip el más potente del mercado, el Snapdragon 8 Gen 2 presentado en noviembre, al que además se le han hecho ligeras modificaciones para adecuarlo a los objetivos de Samsung, aumentando la frecuencia de reloj tanto de la CPU (alcanzando los 3,35GHz, frente a los 3,2GHz originales) como de la GPU (719MHz, frente a 680MHz original). A ello le acompaña una memoria RAM de tipo LPDDR5X de 12GB y un almacenamiento interno UFS 4.0 de 256GB.

La experiencia es magnífica con una sensación totalmente fluida en todos los escenarios, desde el gaming, fotografía, vídeo, uso diario y multitarea

Cifras aparte, la experiencia es magnífica con una sensación totalmente fluida en todos los escenarios, desde el gaming, fotografía, vídeo, uso diario y multitarea. Además, no se sobrecalienta en prácticamente ninguna situación, salvo en algunos momentos de carga que es habitual, lo cual se consigue gracias a aumentar en 2,7 veces la cámara de vapor del terminal frente al S22 Ultra y a la mejora en la gestión energética del procesador.

En el aspecto de software, el Galaxy S23 Ultra cuenta con Android 13 y la capa de personalización One UI 5.1, una capa muy bien trabajada que muestra una interfaz muy característica de la marca, lejos del minimalismo de la versión pura de Google. Aquí todo va en cuestión de gustos, pero es fluida y muy completa a pesar de ser bastante pesada.

Asimismo, trae algunas mejoras frente a la generación anterior como la integración de Expert RAW en la propia aplicación de la cámara y alguna mejora en la app de galería, tiempo y ajustes más limpios. También se incluyen más elementos de Material You con la posibilidad de elegir la paleta de colores, pero manteniendo la estética personal de Samsung.

El S23 Ultra cuenta con reconocimiento fácil 2D y sensor de huella dactilar en pantalla en una posición correcta y cómoda. En ambos casos el resultado es bastante correcto, aunque es más rápido el facial que la huella dactilar que tiene algunos problemas ocasionales.

El S Pen, útil para algunos

Mención aparte requiere la incorporación del S Pen. Como ya pasaba con el S22, Samsung continúa incluyendo el S Pen heredado de la familia Note en su gama premium con ocho modos de uso predeterminados: crear notas; ver todas las notas; Smart Select, para seleccionar áreas concretas de la pantalla y editarlas o recortarlas; escritura de pantalla; mensajes animados; dibujos AR; traducir; y Penup, una app para hacer dibujos y colorear.

La realidad es que es un accesorio muy cómodo para algunas acciones, como la escritura o el dibujo. Sin embargo, salvo para los acostumbrados a la familia Note, no será de uso para el día a día. Está ahí, así que cuando se quiera se puede usar. Para el tamaño de pantalla es realmente útil y para aquellos acostumbrados a tomar notas a mano será un gran aliado.

Cámara

Si nos centramos en las cámaras, primero tenemos que hablar del hardware. El Galaxy S23 Ultra monta un sistema de cuádruple cámara liderado por un sensor de 200MP con enfoque automático por detección de fase, OIS, enfoque láser y apertura f/1.7. Le acompaña un ultra gran angular de 12MP con tecnología Dual Pixel, enfoque automático, apertura f/2.2.

Por otro lado, nos encontramos con dos teleobjetivos de 10MP con dual pixel, enfoque automático y OIS. El primero tiene un zoom 3x con apertura f/2.4 y el segundo un zoom 10x con apertura f/4.9.

Si nos adentramos en los resultados que permiten estos sensores, la gran noticia es la mejora en el modo automático con mayor nitidez, colores más realistas y con un HDR mejorado que es capaz de gestionar a la perfección las situaciones más complejas de iluminación. Un gran paso adelante para mejorar el modo mayoritario para la inmensa mayoría de usuarios, aunque mantiene algunos peros como una apuesta mayor por colores vivos (especialmente rojo y verde).

El sensor de 200MP permite hacer grandes virguerías a los amantes de la fotografía con instantáneas con colores más realistas y menos saturados

Sin embargo, la gran ventaja de este equipo es precisamente ese sensor de 200MP (un ISOCELL HP2) que permite hacer grandes virguerías a los amantes de la fotografía. La principal diferencia se nota precisamente en el proceso que realiza el propio terminal, o la falta de él, porque trabajar con un archivo disparado a 200MP supone una gran carga de datos, por lo que antes de lanzarse a hacerlas en este modo es mejor pensar su finalidad real. La falta de procesado en este caso permite obtener instantáneas con colores más realistas y menos saturados, además de una ingente cantidad mayor de detalle. Si queremos un camino intermedio, podemos disparar a 50MP con un resultado similar: más información y menos saturación.

Aquí entra en juego la app Expert RAW (que no permite disparar a 200MP por motivos de almacenamiento). Este sistema es precisamente un aliado extraordinario para cualquier fotógrafo ya que permite una gestión mayor de los parámetros con un procesado suave y natural.

Si nos vamos a los otros sensores, el ultra gran angular es la gran debilidad de este cuarteto: buena corrección de líneas, colores similares al resto de los sensores del equipo y resultado correcto, pero con una nitidez algo criticable. No es malo, pero sí es el peor de los cuatro.

El zoom 10x es especialmente digno de mención por su gran nitidez, incluso pudiendo saltar a un 30x de manera digital con un gran resultados

Pero más allá de estos dos sensores, los grandes protagonistas inesperados son los teleobjetivos, que permiten una distancia focal de 70mm (en el caso del 3x) y de 230mm (en el caso del 10x). Estos dos objetivos logran precisamente que podamos fotografiar (y grabar) escenas a gran distancia, incluso en situaciones complejas de luz como la de un concierto para conseguir resultados magníficos, pudiendo alcanzar un 100x de zoom bastante anecdótico. El zoom 10x es especialmente digno de mención por su gran nitidez, incluso pudiendo saltar a un 30x de manera digital con un gran resultados.

Para los fans de los retratos, el resultado es bueno pero no perfecto. El primer pero de este apartado es precisamente el exceso de bokeh: contamos con siete niveles y el Galaxy S23 Ultra opta mayoritariamente por el espectro superior, pero si buscamos una captura más realista es mejor reducirlo a niveles por debajo del 3.

Por su parte, en la frontal nos encontramos con un sensor de 12MP con apertura f/2.2 que permite fotografías de buena calidad, tanto de día como de noche con un buen efecto retrato.

Asimismo, a nivel de vídeo, el Samsung más potente del año permite grabar vídeos 8K a 30fps (o 4K a 60fps) con mención especial al modo director con el que se puede trastear más con los parámetros para conseguir resultados de mayor calidad. La estabilización es realmente buena y los vídeos logrados son probablemente lo mejor que hay actualmente en el mercado.

El Galaxy S23 Ultra integra en la interfaz de la cámara el sistema Expert RAW

Dentro de la app podemos ver un estilo similar al Galaxy S22 Ultra, con el carrusel con los modos en la parte inferior y los ajustes en la superior (y aún sin Google Lens integrado). La gran novedad en este apartado es la integración en la interfaz de Expert RAW, una app que se puede descargar desde la tienda de Samsung, pero que se puede abrir directamente desde la app de cámara y permite aprovechar todo el potencial de los cuatro sensores.

Batería mejorada

El Galaxy S23 Ultra de Samsung monta una pila de 5.000mAh con carga rápida de 45W (sí, solo de 45W) e inalámbrica de 15W que de media nos ha permitido fácilmente alcanzar las 8 horas en un uso normal y rozar sin problema las siete horas con su rendimiento al máximo (y 5G activado). En estas cifras, el chip de Qualcomm juega un papel clave al mejorar su eficiencia energética y al propio trabajo de Samsung al optimizar algunas tareas.

Samsung no incluye el cargador en la caja

Estos datos nos deberían permitir disfrutar del terminal sin problemas durante una jornada entera, aunque quizás si se pretende salir por la noche sea interesante enchufarlo un rato.

Este apartado no podemos terminarlo sin evidenciar que Samsung no incluye el cargador en la caja, por lo que habrá que adquirir uno (o utilizar uno que tengamos en casa).

Conclusión

El Samsung Galaxy S23 Ultra es, como su apellido indica, muy ultra. Son pocos los peros que se le pueden poner a un terminal tan bien acabado, con una pantalla de tanta calidad, un rendimiento extraordinario fruto del duro trabajo de Qualcomm con su chip y las mejoras personalizadas y con una batería más que acorde a un terminal de su categoría.

La cámara es quizás el apartado en el que más podemos poner pegas, pero no por eso deja de ser el Android con mejor resultado fotográfico que hay en el mercado (cuando eres el mejor, es normal que se te mire con más inquina).

El Samsung Galaxy S23 Ultra es probablemente el mejor smartphone que vamos a ver en este año

El Galaxy S23 Ultra es probablemente el mejor smartphone que vamos a ver en este año (ojalá el mercado me haga corregir), sin embargo, si ponemos sobre la mesa los 1.409 euros que cuesta el terminal es complicado que se cambie el S22 Ultra por este, aunque las mejoras están ahí, especialmente en cámara, rendimiento y eficiencia energética.

A pesar de ello, hay que criticar merecidamente que el smartphone más potente de la compañía no opte por una carga rápida, pero rápida de verdad. Estamos ante 45W cuando hay terminales en la gama media-alta con cargas de 120W (o incluso superiores).

El Samsung Galaxy S23 Ultra es un móvil de altísimo nivel a un precio que puede estar justificado (salvo que vayas a cambiarlo por su generación anterior) y que pone el listón altísimo al resto del mercado.

Nota: 9,5/10

Lo mejor: Rendimiento y cámara

Lo peor: El ultra gran angular, la carga de 45W y el precio

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