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Por Alfonso de Castañeda
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lunes 27 de mayo de 2024, 09:00h

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La Comunidad de Madrid anunciaba hace unas semanas una gran noticia para la industria de los semiconductores en España: la creación de la primera fábrica española de ensamble de microchips para vehículos.

Sin embargo, son muchas las preguntas que ha dejado abierto el anuncio, que supondrá la creación de 60 nuevos puestos de trabajo y una inversión público-privada que alcanzará los 50 millones de euros y permitirá construir en el municipio de Tres Cantos (norte de la Comunidad de Madrid) la primera fábrica española de ensamblaje de semiconductores para vehículos de diferentes tamaños y modelos, clave para acelerar las capacidades del país de fabricar vehículos, impulsando así dos industrias clave para el Gobierno central: los semiconductores y la automoción.

Previsiblemente, se espera que esta fábrica de ensamblaje empiece a operar en 2025, según los planes confirmados por la compañía y avanzados por la propia Comunidad de Madrid y es que ya se han iniciado los procesos previos para la producción a gran escala.

Quién está detrás

El proyecto recae en manos de la empresa española KDPOF, fundada en el año 2010 en Tres Cantos por los empresarios Carlos Pardo y Rubén Pérez de Aranda y que está especializada en el diseño y comercialización de materiales de transmisión de información de alta velocidad a bajo coste.

Cuenta con el apoyo financiero en su accionariado de grandes fondos de inversión como Bullnet Capital, KiboVentures y Caixa Capital TIC

Esta compañía cuenta con el apoyo financiero en su accionariado de grandes fondos de inversión como Bullnet Capital, KiboVentures y Caixa Capital TIC y, según sus últimos resultados financieros presentados, cuenta con una facturación superior a 1,7 millones de euros y pérdidas que también superan los 1,6 millones de euros, según datos extraídos del portal Infoempresa relativos al año 2022.

Además, la compañía cuenta entre sus asesores con la agencia regional para la captación de capital extranjero, Invest in Madrid, para la gestión de ayudas, incentivos y opciones de suelo y naves.

Financiación pública

El proyecto contará con una inversión de 50 millones de euros, de los cuales, 33 millones procederán de fondos europeos, en parte gracias al PERTE Chip, del cual la compañía es beneficiaria de 26,82 millones de euros para el “desarrollo de transceptores ópticos de diferentes velocidades destinados específicamente a las comunicaciones en el sector del automóvil, así como en la puesta en marcha de una instalación de ensamblaje y prueba de circuitos integrados”, según explicaba hace unas semanas el Ministerio de Industria y Turismo.

Esta iniciativa se ha considerado Proyecto Importante de Interés Común Europeo por la Unión Europea por parte de la Comunidad de Madrid

El restante 35% lo aportarán los accionistas de la compañía tecnológica para impulsar esta iniciativa que se ha considerado Proyecto Importante de Interés Común Europeo por la Unión Europea por parte de la Comunidad de Madrid, institución que se ha unido recientemente a la Alianza Europea de Regiones para los Semiconductores (ESRA), una red política de regiones que se han comprometido a aumentar la capacidad de producción de estos componentes y reducir la dependencia de suministros de terceros.

Cómo será la fábrica

Ubicada en Tres Cantos, la fábrica contará con dos líneas de producción automatizadas con capacidad para ampliarlas a diez a medida que vaya creciendo y desarrollándose el negocio.

Concretamente, se centrará en el encapsulado de chips, un proceso que se realiza una vez se han cortado las obleas en las que se ‘pegan’ los chips tras su fabricación, para ayudar a la interconexión de diversos componentes, como las cámaras, sensores e IA. Se trata de una tarea de alto valor añadido que se encuentra en las últimas etapas de la cadena de valor de los semiconductores.

La fábrica contará con un espacio dedicado a tareas de pruebas, testing y controles de calidad

Además, la fábrica contará con un espacio dedicado a tareas de pruebas, testing y controles de calidad, y para ello emplearán tecnologías de vanguardia, incluyendo herramientas basadas en la nube.

Con todo ello, KDPOF se ha fijado como objetivo alcanzar unas ventas por valor de 25 millones de euros en 2025, lo que supondría un 525% de crecimiento frente a los ingresos anuales del año 2020.

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