24/08/2019@14:00:00
El pasado 16 de mayo, el mundo dejó de respirar. Estados Unidos, declaraba abiertamente la guerra comercial a China y lo hacía a través de Huawei, acusando a la tecnológica de espionaje y de poner en riesgo la seguridad nacional. Su decisión incluía la prohibición de suministrar productos, componentes o materias primas no sólo a la multinacional asiática, sino a cualquier empresa del orbe que trabaje con ésta. Ayer 23 de agosto, después de muchos altibajos, Trump reaccionó altivo a la última subida de aranceles a los productos americanos en China y exigió a las empresas americanas que salieran del país asiático. La bolsa se tiñó de rojo