La primera impresión cuando ves el teléfono más esperado de la temporada primavera-verano 2012, el Samsung Galaxy S III, es bastante positiva. Pantalla grande, impactante en cuanto a calidad, capacidad de memoria casi infinita, buena cámara, sonido excelente en transmisión de voz, velocidad de ejecución de vértigo, conexión implacable... pero, a veces, los fabricantes olvidan pequeños detalles que, tal vez, cuesta poco cuidar si quieres alcanzar el cenit y que no se entiende cómo pretenden que pasen desapercibidos en terminales de esta categoría: ‘hola Galaxy’, ‘hola Galaxy’, ‘hola Galaxy’...
Por donde empezar... pues con un dato casi frívolo si tenemos en cuenta todo lo que debemos contar: el Samsung Galaxy S III se fabrica en blanco mármol y en azul lapislázuli. Sin embargo, una vez superado este momento ‘live style’ y después de decir que el diseño es cuidado, de bordes redondeados, con sólo tres botones físicos y dos mandos virtuales retroiluminados, que no pesa nada (133 gr), que su pantalla es
enorme (4,8”) pero va embebida en un marco estrecho para no aumentar el tamaño general del terminal, etc. hay que poner el primer pero aunque sea pequeño: la trasera es plástica y, aunque resta peso y está bien pulida, también resta categoría a un diseño 10.
Frivolidades aparte y tras un test intenso de producto hay que destacar la interfaz TouchWiz 4.0, propia de la casa, que nos sorprende con un sistema de desbloqueo, con el que podemos arrastrar uno de cuatro iconos al centro de la pantalla tras lo cual el sistema no sólo se abre, sino que lo hace directamente en la función elegida.
Ya activo, vemos el tradicional formato multipantalla (7 vistas) personalizable, tanto en el aspecto como en el contenido que se puede ordenar a nuestro gusto o realizar cambios cuando lo deseemos, con sólo pellizcar sobre el cristal (sólo pellizco, sin retorcer); el cual, por cierto es Corning Gorilla Glass 2 y cubre un display Súper AMOLED, multitáctil capacitivo, de 720x1280 px de resolución, una densidad de píxel de 306 ppi y 16 millones de colores soportados. En él se pueden ajustar las fuentes (tipo y tamaño), establecer brillo manual o automático, determinar el tiempo de iluminación activa, etc.
Sensores
Sobre la pantalla vemos algunos de los sensores (los visibles), que en este caso merecen capítulo aparte por la sorpresa que producen en los usuarios.
Veamos. Dispone de sensor de movimiento (acelerómetro), sensor de luminosidad, giroscopio, sensor de proximidad, brújula, barómetro y dos importantes novedades:
• Si mientras escribimos un mensaje, levantamos el teléfono hacia el oído, el S III interpreta que hemos cambiado de idea y queremos hablar con esa persona, de forma que automáticamente activa la llamada.
• Si tenemos en ‘on’ la llamada ‘estancia inteligente’, el teléfono controla, a través de la cámara frontal, si estamos mirando el display y si nuestra mirada está fija sobre el teléfono, no lo apaga aunque tengamos el tiempo de espera regulado. Sin embargo, lo inactiva si no detecta nuestros ojos frontalmente. Hay excepciones en las cuales Samsung ya advierte que puede fallar: cuando la cámara frontal no puede detectar la cara, cuando se utiliza en la oscuridad o cuando tenemos otra aplicación abierta que usa la cámara. Desconocemos el grado de ángulo exacto de luz necesaria para que funcione mejor o peor, pero lo que sí hemos detectado es que como innovación es muy llamativa, pero que aún falla de vez en cuando. ¿Podría ser por las gafas?
Hola Galaxy
Otra novedosa implementación de Samsung en este móvil que pretende ser icónico es S Voice, una solución de voz presunta competencia del revolucionario Siri de Apple pero que aún tiene mucho que recorrer.
Si tenemos suerte, podemos despertar el terminal al toque de “hola Galaxy” y el móvil nos pregunta qué queremos hacer. Nuestras peticiones, en este caso, han de ser claras, concretas y pocas. Casi como los comandos vocales que ya traían otros Samsung implementados pero con algo más de recorrido...
El tiempo, buscar algo en la web, ir a algún punto del mapa, escribir un mensaje...
El porcentaje de fallos aún es muy grande, por tanto hay que asumirlo casi como una de esas cosas que traen los móviles a la que recurrimos en pocas ocasiones y que sólo son detalles que complementan las verdaderas virtudes del smartphone.
Por dentro
¿Y, por qué decimos esto? Porque el S III es un caballo de Troya en el sentido bueno de la palabra; todo su potencial, su poder de conquista, está dentro...
Con sistema operativo Android 4.0 (Ice Cream Sándwich) movido por un chipset Exynos 4212 Quad a 1.4 GHz y complementado por una unidad gráfica Mali-400MP, no sólo tenemos una velocidad de procesamiento claramente apreciable, sino que podemos hacer cosas como activar el video flotante, una peculiaridad que nos permite dejar abierta una ventana (sólo hay que pulsar el icono derecho bajo el cuadro de la imagen) y disfrutar de la película que estamos viendo mientras hacemos otras cosas. Resulta muy llamativa la posibilidad de mover la ventana de un punto a otro de la pantalla sólo arrastrando el dedo.
Si hablamos de capacidades de conexión, resultaría más fácil empezar nuestro discurso a la inversa: no lleva HDMI (aunque se puede poner un conector auxiliar); ya que de resto, creo que tiene lo mejor de lo mejor en todos los sentidos: la transmisión de voz magnífica, con sistema de cancelación de ruidos y sin cortes (una matización importante sobre todo de forma comparativa); HSDPA (21/5 Mbps) como conexión celular para datos; WiFi en todas sus versiones (transmisión, tethering, DLNA y direct) y modos a/b/g/n. Bluetooth 4.0 con transmisión estéreo (A2DP) y EDR; NFC open o geolocalización a través de A-GPS y de Glonass. El cable USB y la SIM son micro.
Como soluciones de comunicaciones unificadas, no está tampoco mal, ya que lleva todos los servicios de Google, los propios de Samsung como Chat On y el universo infinito de Google Play (antes Android Market).
La mensajería es encadenada y, como hemos dicho nos permite cambiar a voz sólo con un gesto. El correo, semi push (no tiene servidores propios), puede llevar y traer todo tipo de documentos adjuntos. Y un detalle importante para los Samsung adictos: el teclado Swype no viene activado por defecto, pero basta entrar en ajustes (en el icono que está en el mismo teclado Samsung) y ‘clicar’ la escritura continua. Con un poco de habilidad, es la mejor de las experiencias: rápido y muy efectivo.
Cámara y almacenamiento
Una cámara de 8 Mpx con grabación HD y posibilidad de sacar fotos mientras se graba o de activar el disparo continuo son detalles muy importantes que vienen complementados por el software de fotografía y la capacidad de memoria (hasta 64 GB según modelo) interna y externa, con tarjeta (micro SD < 64 GB) y almacenamiento en la nube por acuerdo con Dropbox.
Sólo señalar que si estamos grabando y disparamos la grabación se corta, saca la foto, almacena y se reactiva., por tanto registra varios archivos. Muy importante es el disparador continuo con selección de la mejor toma. Resulta una garantía de calidad.
SBeam
La combinación de WiFi Direct y NFC open da un resultado práctico y efectista que se llama SBeam, un sistema de transmisión de archivos entre terminales muy rápido y para el que solo es necesario acercar dos terminales. No es magia ni milagro, pero lo parece.