Tras varias semanas de reuniones y huelgas, tanto parciales como totales, los tres principales sindicatos y la dirección de la nueva Vodafone España han alcanzado un acuerdo para el ERE que afectará finalmente a 898 empleados, lo que supone el 27% de la plantilla actual que asciende a 3.268 profesionales.
El ERE incluye a una indemnización de entre 33 y 45 días por año trabajado con un límite de 24 mensualidades
El acuerdo, que deja a ambas partes frías porque esperaban alcanzar mejores condiciones para cada uno, incluye a una indemnización de entre 33 y 45 días por año trabajado con un límite de 24 mensualidades y con seguro de salud durante tres meses y un plan de recolocación que durará nueve meses. Se blinda también a varios colectivos vulnerables y a los trabajadores mayores de 55 años.
Además, se establece un plan de adhesión voluntaria con derecho a veto por parte de la dirección y un plan de prejubilaciones para los nacidos con diez años de antigüedad, que saldrán con un pago del 80% de su salario por un periodo de entre 4 y 6 años, según la edad con la que salgan de la compañía.
A última hora se ha añadido una nueva garantía de empleo hasta 2026, es decir, que no se podrán realizar más despidos hasta el 31 de diciembre de 2025, así como una indemnización de 3.500 euros adicionales para los empleados que salgan y tengan un sueldo inferior a 40.000 euros.
Desencuentro entre los sindicatos
A pesar de este acuerdo inicial entre dirección y sindicatos, falta todavía el visto bueno de la plantilla que votarán hoy su decisión, que se espera alcanzar en la reunión de mañana miércoles, la última que permite la regulación actual por tiempos para cerrar un acuerdo.
El proceso del ERE ha materializado el desencuentro generalizado que hay entre los tres grandes sindicatos de la compañía. Por un lado, UGT y CCOO, los más partidarios a alcanzar un acuerdo y que mantienen una relación más estrecha con el Gobierno actual, especialmente con la vicepresidenta Yolanda Díaz, y por otro lado, STC, el más radical de los tres y que aglutina al 30% de la plantilla.
La relación entre estos tres sindicatos estalló el pasado 9 de julio con motivo de la concentración realizada ante el Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública y cuyo ministro atendió a la parte social, pero solo a UGT y CCOO, dejando fuera a STC. Tras ello, los dos sindicatos mayoristas acuerdan una reunión con el Ministerio de Trabajo, una vez más sin contar con STC, a cambio de que se cancelara la manifestación frente a las oficinas de Yolanda Díaz.
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