Siemens y SAP se han unido definitivamente al resto de tecnológicas europeas y estadounidenses que protestan de forma activa contra la nueva Ley de Datos que pretende aprobar la Unión Europea.
El
Parlamento Europeo, el
Consejo de la Unión Europea y la
Comisión Europea se encuentran negociando la nueva
normativa que recoge el posible futuro
Reglamento de Datos europeo. La
Eurocámara fue la encargada de aprobar a mediados de marzo la tramitación de este
nuevo proyecto de ley que ha provocado que varias empresas tanto europeas como estadounidenses se
manifiesten al respecto.
Las críticas no dejan de llegar y nuevas empresas como Siemens o SAP han decidido unirse a las protestas frente a la posible aprobación de un reglamento que obligaría a estas compañías a compartir los datos generados por sus dispositivos inteligentes y otros bienes de consumo.
Lucha por los datos
El objetivo principal de todos los organismos europeos que en estos momentos se encuentran negociando de cara a la aprobación de la nueva Ley de Datos, es construir un mercado digital único en el mundo capaz de impulsar las metas digitales y ecológicas de la Unión Europea aprovechando el inmenso tráfico de datos que las principales compañías tecnológicas a nivel mundial podrían ofrecer a la región.
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Esto no resulta agradable para empresas como Brainlab o Date, además de las citadas previamente, las cuales reclaman una moratoria de la ley pendiente de aprobación para poder introducir cambios en algunas de las propuestas. De no ocurrir, aseguran que "se generarían daños irreparables en la competitividad", lo que podría llegar a causar la destrucción de millones de puestos de trabajo ante un nuevo cambio de la deriva económica, algo similar a lo que ocurrió a principios de año, cuando las empresas decidieron reajustar sus plantillas.
En el caso de las empresas estadounidenses, consideran que esta nueva ley resulta demasiado restrictiva, mientras que las alemanas claman que el hecho de compartir datos con terceros pone en riesgo sus secretos comerciales. Esto se debe a que las propias empresas de la Unión, se verían obligadas a revelar datos personales a países que no operan en la región, por lo que la gran beneficiada de todo ello sería China, que obtendría aún más ventaja competitiva.
Nuevas reglas
Esta nueva propuesta de Ley de Datos trata de evitar la pérdida de datos personales que generan un volumen de negocio del tamaño del de las propias redes sociales y para ello se busca salvaguardar los datos industriales claves para el desarrollo del futuro espacio digital europeo.
Se contemplan los aspectos B2B y el negocio entre gobiernos y empresas (G2B), dando la oportunidad a los generadores de datos para exigir compensaciones a la hora de compartirlos, de esta forma, a las grandes empresas se les cobra por el acceso y estas a cambio obtienen recursos para optimizar sus procesos y mejorar su rendimiento.