El S23+ es un dispositivo equilibrado, en el que los usuarios pueden depositar la confianza de que rendirá con buen nivel en todos los apartados importantes. Es gracias a esto que se trata de un móvil fácil de recomendar. Ya han pasado 6 meses desde su lanzamiento en febrero de este año, y en esta prueba conoceremos más a detalle su comportamiento en los puntos más relevantes para cualquier terminal: diseño, pantalla, rendimiento, batería y cámara.
Diseño
El diseño del Galaxy S23+ se caracteriza principalmente por ser elegante y minimalista, sin grandes excentricidades de colores metalizados y reflectantes. Sigue una línea muy continuista con sus predecesores e incluso simplifica más el aspecto del conjunto eliminando el módulo de cámaras en contraste, dejando de esta forma únicamente los tres orificios para las lentes en la parte trasera.
El equipo está fabricado en una combinación de aluminio brillante en los bordes y cristal con acabado mate en la trasera, materiales premium y una combinación de tonalidades que aporta un toque diferencial y elegante. El dispositivo se puede adquirir en una amplia gama de colores como son el negro, lavanda, verde y blanco.
No se trata de un móvil especialmente compacto (sus dimensiones son 15,7mm de alto y 7,6 mm de grosor) pero la sensación a la mano es muy agradable y cómoda gracias a los bordes ligeramente curvados y a la textura de su parte trasera -el acabado mate- que lo hace menos resbaladizo y más sencillo de agarrar con la confianza de evitar caídas.
En lo que respecta a la distribución de sus elementos, en el canto derecho encontramos el botón de encendido del equipo situado debajo del control de volumen. Ambas botoneras son de aluminio como el marco y tienen una pulsación satisfactoria. El canto izquierdo queda de esta forma desnudo, teniendo que desplazarse hasta el inferior para encontrar la ranura para la tarjeta SIM y el puerto USB-C para cargar el dispositivo. En este canto inferior se encuentra también uno de los dos altavoces que nutren de sonido estéreo al dispositivo, situándose el otro en la parte de arriba de la frontal.
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Rendimiento y batería
El Galaxy S23+ cuenta con un procesador Snapdragon 8 Gen 2 que ha sido configurado especialmente para este equipo Samsung por Qualcomm, para asegurar una máxima compatibilidad y rendimiento. Esto se acompaña junto a la gráfica Adreno 740 y 8 GB de memoria RAM DDR5 así como dos versiones de almacenamiento interno, 256GB o 512 GB (ufs 4.0 solo en esta última versión).
Gracias a estas especificaciones, que siguen estando entre las más avanzadas disponibles actualmente, el S23+ goza de un rendimiento excelente, con potencia de sobra para la gran mayoría de tareas por muy exigentes que sean y sin que el dispositivo se caliente en exceso. Por supuesto esto último también dependerá en gran medida de las condiciones específicas, por ejemplo en verano o en su uso mientras está conectado a la red será más propenso a calentarse, pero en el uso habitual el procesador realiza una excelente tarea de mantener la temperatura en las condiciones óptimas.
La batería es sin ninguna duda uno de los puntos fuertes del S23+, con una capacidad de 4700 mAh frente a los 4.500 mAh del modelo del año pasado y el rendimiento de la misma es de sobresaliente. Con un uso moderado se pueden alcanzar los dos días sin necesidad de utilizar el cargador (que como ya es costumbre con la marca no viene incluido en la caja). La media obtenida se acerca a unas 7 horas de pantalla, unas cifras muy positivas, que demuestran el buen hacer del dispositivo en este respecto.
En lo relativo a la capacidad de carga, el S23+ vuelve a quedarse bastante atrás respecto a las desorbitantes velocidades que alcanzan algunos dispositivos de la competencia. En Samsung son más conservadores con este apartado y la capacidad de carga rápida del S23+ se queda en 45W, que se traduce en que necesiatará aproximadamente algo más de una hora en llenar la batería de cero a 100%.
El dispositivo cuenta también con capacidad de carga inalámbrica, que alcanza únicamente los 15W, así como con funcionalidad de carga inalámbrica reversible, para compartir la batería del terminal con otros cacharros como unos auriculares o incluso otro móvil. La velocidad de carga, 4,5W.
Pantalla, sonido y biometría
La pantalla del S23 + es muy similar a la versión previa y apenas ha recibido ligeras mejoras para pulir ciertos apartados. Esto no debería ser algo que preocupe a los usuarios pues si a Samsung algo se le da bien eso son las pantallas.
La firma corena lleva años siendo el líder y referente en cuanto a pantallas en smartphones y con este s23+ no cambia el paradigma. El dispositivo viene equipado con un panel de 6,6 pulgadas con tecnología Dynamic Amoled que consigue negros puros y colores vibrantes sin pecar de exceso de saturación y acabados irreales. La resolución se queda “únicamente” en Full HD+, calidad de sobra para disfrutar de cualquier tipo de contenido pero quizás por el precio se podría haber esperado un escalón por encima en este apartado.
Donde no decepciona es en la tasa de refresco, que es de 120 Hz con 240 Hz de muestreo tactil. El brillo también ha experimentado una ligera mejora respecto a la versión previa y ahora alcanza los 1750 nits de brillo pico, más que de sobra para poder visualizar todo el contenido correctamente incluso con luz del sol incidiendo directamente sobre el panel.
En el apartado sonoro también nos encontramos un buen rendimiento gracias al doble altavoz estéreo fabricado por AKG, que alcanza un nivel de volumen elevado sin perder nitidez en el sonido ni adquirir un cariz metálico como ocurre con altavoces de calidad inferior. A esto le acompañan las tecnologías Audio Hi-Res y Dolby Atmos, que personalizan y ecualizan el sonido para obtener la mejor calidad auditiva en cada ocasión. Podría ser un simple relleno y sin embargo sí es notable los cambios en la música al tener las opciones activadas y desactivadas.
En cuanto a la biometría, Samsung lleva unas generaciones apostando por la inclusión en sus equipos de gama alta de un sensor de huellas ultrasónico, que proporciona lecturas más precisas y rápidas que los ópticos sin la necesidad de subir el brillo para hacer las lecturas. El S23+ se beneficia de este sensor, situado bajo la pantalla en una posición correcta, cómoda para el dedo sin necesidad de forzar cambios de postura que resulten incómodos.
Cámara
La cámara se ha convertido en el elemento más relevante para gran cantidad de usuarios a la hora de decidirse por un nuevo dispositivo móvil. En líneas generales, si se desea la última tecnología disponible y la mejor calidad en este respecto, es necesario gastar un poco más y buscar en la gama alta.
La línea Galaxy S de Samsung lleva años en la vanguardia fotográfica, compitiendo con los Iphone, Huaweis y Pixel del mundo por sentarse en el trono de la fotografía móvil. Este dispositivo, el S23+ cuenta con las ópticas y el software más avanzado de la marca coreana hasta ahora pero, ¿es suficiente para destacar frente a la competencia?
El Galaxy S23+ cuenta con un sistema fotográfico compuesto por tres cámaras, además de una cuarta en la frontal para selfies. El sensor principal es propio de la marca, modelo S5KGN3 de 50 megapixeles. Cuenta con una apertura focal de f/1.8, muy luminosa, y estabilización óptica de imágen para capturas con más nivel de detalle pese al movimiento.
Con esta lente principal se obtienen los mejores resultados. Fotografías con gran nivel de detalle y alto rango dinámico que maneja de forma excelente las altas y bajas luces para evitar descompensaciones lumínicas en las imágenes. Con el lanzamiento de cada nueva generación de terminales Samsung ha ido modificando la interpretación del color, de forma que sea más cercana a la realidad y menos saturada. Pese a ello las imágenes siguen teniendo un agradable tono vibrante que se siente natural.
En lo referente a fotografía el dispositivo ha mejorado notablemente su rendimiento con las actualizaciones de software. En un principio el tono era demasiado anaranjado, un look que dejaba a las fotos con un acabado procesado y poco estético. Esto se ha ido corrigiendo con el tiempo y el aspecto de las imágenes ha mejorado notablemente. La tonalidad ha desaparecido prácticamente y la cantidad de detalle recogido es muy buena, mejorando especialmente en el modo noche dedicado, que elimina ruido consiguiendo una imagen más clara y limpia.
La segunda lente se corresponde con el sensor telefoto S5K3K1, también propio de la marca. Cuenta con 10 megapíxeles así como con estabilización óptica y tiene una apertura focal de f/2,4. Permite hasta 3 aumentos ópticos y 30 aumentos con ayuda del zoom digital. Con esa cantidad de aumentos las fotografías presentan mucho ruido y poca nitidez.
La cámara ultra gran angular es la única que hace uso de un sensor no procedente de la casa, se trata específicamente de un Sony IMX564 con 12 megíxeles y una apertura de f/2.2. La calidad de las fotografías se sitúa únicamente un escalón por debajo de la principal, debido a una pequeña pérdida de detalle en las texturas y especialmente a la distorsión de los bordes, más acusada que en otros terminales de la misma gama.
¿Me lo compro?
Samsung nunca suele defraudar en lo que respecta a su familia de gama alta, que año tras año se encuentran entre los mejores equipos a la venta. La principal pega que se le podía aplicar al S23+ era respecto a su precio de salida, 1200 euros, que lo situaban directamente en el segmento premium donde competía contra su hermano mayor, el Ultra, por un precio ligeramente superior.
Hoy en día se pueden encontrar muchas ofertas que dejan el precio del S23+ en tan bajo como 850 euros, haciendo del equipo una compra más que recomendable. Al final y al cabo se trata de un dispositivo muy equilibrado, con un diseño premium y sobrio, una excelente pantalla como ya es habitual en Samsung y una cámara a la altura de las circunstancias.
Nota: 8/10