Para analizar estas inversiones y la situación actual del mercado, hablamos con Norberto Mateos, director general de Intel Iberia, con quien pudimos hablar también en verano de 2021 para analizar las necesidades de la Unión Europea y aseguró que "la UE no puede depender únicamente de la tecnología importada”.
Zonamovilidad.es: En primer lugar gracias por su tiempo, me gustaría empezar hablando de las inversiones anunciadas para el mercado europeo, ¿qué supone esta apuesta?
Norberto Mateos: Este es un paso más dentro de la estrategia que nuestro nuevo CEO estableció a las pocas semanas de entrar para convertirnos en lo que él llamaba el IDM 2.0, es decir, una empresa que diseña sus chips y se los fabrica.
Intel tiene la arquitectura, posee la arquitectura x86, aunque otras empresas fabrican sobre esta arquitectura. Luego diseñamos nuestros propios chips y luego los fabricamos. Este IDM ya es un rara avis dentro de la industria. De hecho, prácticamente no queda nadie. Solo algunas empresas, pero de tecnologías muy antiguas, porque se han ido separando los negocios de diseño y de fabricación por su complejidad.
“El programa IDM 2.0 incluye una parte importante de expansión de nuestra capacidad de fabricación”
Cuando Pat Gelsinger se unió hace ya 12 meses, dijo que iba a hacer IDM 2.0, que incluye una parte importante de expansión de nuestra capacidad de fabricación. También hacia terceros, es decir, que íbamos a seguir manteniendo nuestro modelo de fabricación fundamentalmente interno, aunque utilizaríamos fábricas de terceros cuando hubiera alguna ventaja. Por ello vamos a reforzar nuestro negocio de Foundry (fundición) porque necesitamos ese volumen de escala para justificar esas enormes inversiones.
En los últimos meses, hemos ido anunciando una serie de hitos importantes en lo que es la capacidad de fabricación con unas inversiones importantes: anunciamos la expansión en Texas, hace muy poco tiempo la inversión en Ohio y estaba pendiente la inversión en Europa.
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ZM: ¿Por qué esa diversificación?
Mateos: Tiene que ver con la situación geopolítica general que estamos viviendo y es que cada uno de estos grandes bloques quieren tener una cierta capacidad de influencia, una cierta autonomía y capacidad local de influenciar y de tener las cadenas de suministro porque actualmente un 80% de los chips se fabrican en el sureste asiático y eso tiene complicaciones porque la situación geopolítica allí también es complicada, porque el transporte es complicado y por otras muchas cosas.
Pasa lo mismo que vivimos con las vacunas hace algunos meses, que ya parece que se nos ha olvidado en Europa y la dificultad de que fabricaran en Europa: cuando en Estados Unidos ya estaba la mitad de la población vacunada, aquí todavía estábamos con un porcentaje muy bajo.
La Comisión Europea ha dicho que quiere fomentar e intentar atraer inversiones en este campo, por eso hace unas semanas, Úrsula Von der Layen, presentó el Chips Act, un plan de fomento de las inversiones en Europa y nosotros hemos recogido el guante y hemos dicho que estamos dispuestos a invertir 80.000 millones en Europa. Con esta inversión, Europa va a dar un salto cualitativo en cuanto a su capacidad de fabricación (8-10 por ciento de todos los chips del mundo se hacen en Europa).
“El anuncio afecta a toda la cadena de suministro de los semiconductores, desde el diseño hasta la fabricación de obleas, el encapsulado, prueba y el diseño”
Es un mercado que está creciendo mucho. Se estima que para finales de esta década se haya duplicado y en ese entorno de duplicación de fabricación, todavía Europa quiere duplicar su share, quiere pasar de fabricar el 10% a fabricar el 20%, con lo cual Europa tiene multiplicar por 4 su capacidad. Y ahí es donde encajan todos estos anuncios.
El anuncio afecta a toda la cadena de suministro de los semiconductores, desde el diseño hasta la fabricación de obleas, el encapsulado, prueba y el diseño. Entonces es fundamental porque no solamente es fabricar, sino que esto va a ayudar a aumentar todas las capacidades de las empresas europeas, todo el ecosistema e interceptando pues las diferentes industrias.
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ZM: Precisamente has mencionado un tema del que quería hablar y es que el anuncio llega en un contexto clave en el que se ha anunciado la Ley de Chips de la UE, ¿qué ventajas esperáis conseguir con esta normativa?
“Si queremos fabricar chips fuera del sudeste asiático tiene que haber involucración por parte de los gobiernos”
Mateos: Es fundamental. Por un lado, lo que es evidente es que si queremos fabricar chips fuera del sudeste asiático tiene que haber involucración por parte de los gobiernos, porque la mano de obra, las condiciones laborales, incluso los subsidios locales, en Taiwán y en otros países son muy fuertes. Lo que no puedes es fabricar en Europa un 40% más caro porque en un mercado global eso no funciona.
Tiene que haber una coordinación de los países europeos y un soporte mayoritario para permitir este tipo de ayuda de entornos favorables a las empresas para establecerse. Es decir, lo que no tiene sentido es que los países europeos compitan entre sí para atraer inversiones. La Chips Act lo que permite es una disposición de fondos para facilitar las inversiones y permite una coordinación de los países.
“Lo que no tiene sentido es que los países europeos compitan entre sí para atraer inversiones”
Precisamente, nuestro anuncio consta de inversiones en muchos países, quizá lo más llamativo sean las fábricas en Alemania, pero eso es sólo una parte. También se habla de las inversiones en Irlanda, de las de Italia para el encapsulado… Es un anuncio coordinado con impacto en muchos países y lo fundamental es que la industria europea en sí se tiene que beneficiar de ellos.
En Europa tenemos grandes empresas como ASML, tenemos talento, gente formada, universidades que están haciendo importantes inversiones importantes, desarrollo de proyectos de I+D. Con esta norma lo que se hace es poner en marcha un círculo virtuoso en el cual no solo tengo los fabricantes que suministran las fábricas, sino también tengo inversión, investigación y desarrollo relacionadas con los temas que me va a permitir desarrollar esos nuevos fabricar en Europa, lo cual va a beneficiar a los fabricantes europeos de automóviles o de electrodomésticos, etc.
Entonces desde Intel queremos establecer fábricas en Estados Unidos y voy a establecer fábricas en Europa, porque quiero que cada uno de estos bloques geopolíticos sean autónomos y capaces de tener su influencia local global.
La inversión de Intel en España
ZM: A nivel de España, la inversión se centra en un acuerdo con el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, ¿en qué consistirá esta investigación?
Mateos: Nosotros con el Centro de Supercomputación de Barcelona llevamos muchos años trabajando porque son de las mejores entidades que hay en Europa de arquitectura de procesadores en particular. Es un tema en el que son particularmente fuertes desde siempre y en diferentes momentos hemos tenido acuerdos de desarrollo y colaboración conjunta.
Como parte de la Chips Act, la Unión Europea también ha marcado como uno de los principales focos de desarrollo del futuro de esta innovación las capacidades de HPC (computación de alto rendimiento). Si quieres mantener liderazgo en innovación en productos, tienes que tener tu propia capacidad de desarrollo y llevamos tres años colaborando con una institución que se creó dentro de la UE, la Euro HPC, que cuenta con una importante capacidad de inversión que se han realizado en centros de supercomputación como el de Barcelona, donde ahora mismo se está desarrollando el Mare Nostrum 5, un enorme computador.
“Lo que pretende la Unión Europea es que en los nuevos superordenadores haya una arquitectura de procesadores propia europea, que sea independiente”
Llevamos tiempo trabajando juntos y esto lo que nos va a permitir es entrar en el entorno de lo que se llama exascale. Lo que pretende la Unión Europea es que en los nuevos superordenadores haya una arquitectura de procesadores propia europea, que sea independiente. Que se diseñe en Barcelona y sea única de Europa.
De este modo, lo que vamos a hacer desde Intel es trabajar en el desarrollo de las arquitecturas de procesadores que sean capaces de traer al mercado dentro de cuatro o cinco años el nuevo Mare Nostrum, que nos permita llegar al siguiente nivel de computación, zetascale, en el que ya estamos trabajando.
No se ha especificado cuánto será la inversión o cuántas personas van a trabajar en ello. Las reuniones están en marcha durante estas semanas y se irá materializando.
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ZM: ¿Sabemos al menos si será personal de Intel España, de fuera…?
Mateos: Fundamentalmente es gente de fuera porque en España en estos momentos somos un equipo relacionado con marketing y ventas. Hay una parte que tiene que ver con las unidades de negocio y con la parte técnica, pero esto estará dirigido y coordinado con nuestros equipos de Estados Unidos.
No es un proyecto diferente a lo que se hará en Francia con el centro de I+D. Al final, Intel lo que hace es coordinar centralmente el desarrollo de producto y las diferentes iniciativas. Y todas estas cosas son satélites que van a estar relacionados con ellos.
“La Unión Europea de la misma forma que quiere tener fabricación local, quiere tener propiedad intelectual local, no quiere depender de nadie”
Lo que es evidente es que la Unión Europea de la misma forma que quiere tener fabricación local, quiere tener propiedad intelectual local, no quiere depender de nadie. En un momento en el que la geopolítica es cambiante, la Unión Europea quiere tener su propia independencia, también de propiedad intelectual, sus propios chips, sus propias arquitecturas y este proyecto está específicamente dirigido a esto.
ZM: Perdona la insistencia, pero ¿por qué no se ha elegido a España para acoger la megafábrica que se va a Alemania?
Mateos: Las decisiones de donde se pone una fábrica consideran muchos aspectos: el punto de vista geográfico de donde estás localizado, la cercanía a los proveedores, la cercanía al talento, la mano de obra o a las universidades, el tamaño del mercado, etcétera.
“Habrá más inversiones y España seguirá estando en la lista de países a considerar”
España ha estado entre la lista de países que se han considerado. El presidente Pedro Sánchez estuvo con nuestro CEO, Pat Gelsinger, hace unos meses, pero al final las consideraciones geográficas de terreno, de agua y de todas las cosas que te he comentado pues han llevado a dirigirnos a Alemania.
Lo importante no es si es España o es Alemania, sino que es Europa y esto es un proyecto europeo. Estas inversiones no tienen sentido como país, tienen sentido como continente o como bloque geopolítico. Habrá más inversiones y España seguirá estando en la lista de países a considerar.
El mercado y sus crisis
ZM: Por otro lado, quisiera preguntarte por la situación actual del mercado, ¿cómo avanza la crisis de suministro? Recientemente el CEO de ASML advertía que esta crisis se iba a alargar otros dos años.
Mateos: Hay dos cosas a tener en cuenta. Por un lado, la demanda sigue subiendo. Cada vez consumimos más aparatos, dispositivos o cosas que requieren chips. Y, por otro lado, la capacidad de traer fábricas es lenta. Poniendo como ejemplo el anuncio que hemos hecho, la fábrica de Alemania estará operativa en cinco año.
Nosotros estamos creciendo en doble dígito año a año, es decir, que seguimos creciendo de forma importante nuestra capacidad de producción de chips y, por ejemplo, nosotros dentro del segmento de procesadores para ordenadores no tenemos un límite de su supply. Sí es cierto que hay componentes dentro de los ordenadores que sí que tienen problemas y creo que es ahí donde está el verdadero cuello de botella.
"Muchos de los componentes que escasean son de fabricación anteriores y no hay ninguna empresa que invierta más en fabricar en tecnologías de fabricación de hace diez años"
Hay una cosa importante que es las tecnologías de fabricación de última generación y luego las inversiones en tecnologías de fabricación anteriores y es que muchos de los componentes que escasean son de fabricación anteriores y no hay ninguna empresa que invierta más en fabricar en tecnologías de fabricación de hace diez años. Lo que hay que intentar es facilitar el ciclo de innovación de componentes que se fabrican en antiguas tecnologías, hacia las tecnologías más nuevas, donde hay más disponibilidad.
Estamos de acuerdo que existe una limitación y los próximos años lo seguiremos viendo, porque además es que seguimos comprando cada vez más profesional y personalmente y los centros de datos que soportan todo esto.
ZM: ¿Qué impacto estás viendo y prevéis por la invasión de Ucrania?
Mateos: En estos momentos estamos terminando el primer trimestre, con lo cual no puedo hablar de resultados específicos. Yo creo que seremos un poco más claros respecto de cuál es la situación cuando publiquemos los resultados.
“Las limitaciones van a suponer un impacto en las ventas de todos los fabricantes que venden en Rusia”
Estados Unidos y la Unión Europea han puesto limitaciones en cuanto a las ventas que las empresas pueden hacer a Rusia, lo cual va a suponer un impacto en las ventas de todos los fabricantes que venden en Rusia. Y obviamente existe un mercado mucho más limitado en Ucrania, con un impacto que puede darse en los países de desborde de la situación actual de refugiados.
El impacto en las cuentas lo veremos en las próximas semanas. Rusia es un mercado relevante en EMEA, pero no a nivel global porque Rusia es una economía del tamaño de España y Ucrania es definitivamente más pequeña.