Blanca Ceña, la guardiana de las torres: “es un negocio interesante para inversores”

Madre de tres hijas, alta directiva, ingeniera de telecomunicaciones (número uno de promoción) e incluso con dotes para la decoración de interiores. Así es Blanca Ceña y ese es el orden de factores que determina su día a día; mujer ejemplo de mujeres, responsable que reporta a responsables y técnica que trabaja entre técnicos con jornadas plenas de actividad, en las que suponemos que mucha gente, como nosotros, le harán la siguiente pregunta:

Zonamovilidad – Blanca, ¿qué es ser una torrera?

Blanca Ceña - Torrera es una españolización de la palabra TowerCo; son empresas que gestionan lo que llamamos la infraestructura pasiva de los emplazamientos de telefonía móvil; o lo que es lo mismo, las torres, de ahí el nombre, -aunque cuando están sobre un edificio son mástiles-.

En esas torres se instalan las antenas necesarias para establecer las comunicaciones y hasta hace unos años, en la forma tradicional del negocio, los operadores móviles se encargaban de todo el proceso: de conseguir un contrato con el propietario del sitio donde se requería una antena, de construir la torre o poner los mástiles, de comprar los equipos, de instalarlos y luego operar con ellos. Sin embargo, hace ya más de 20 años, surgió en Estados Unidos una tendencia que consistía en separar como un negocio diferente operado por empresas diferentes, la gestión de los hierros, los mástiles y las casetas; como decía, la parte pasiva de la infraestructura.

"En España, concretamente, quien empezó con este tipo de actividad fue Cellnex a partir de otro negocio, que eran las torres de radiodifusión (Retevisión)"

Las nuevas compañías que surgieron a partir de esa división son las torreras; que en Europa iniciaron su andadura hace muy poquito tiempo. En España, concretamente, quien empezó con este tipo de actividad fue Cellnex a partir de otro negocio, que eran las torres de radiodifusión (Retevisión), desde dónde se sigue radiando hoy en día la televisión y la radio.

De hecho, tras los cambios de Retevisión hacia AUNA y de ésta a ONO, y adquirir Abertis el negocio de la radiodifusión, para terminar como Cellnex, la empresa vio la oportunidad de replicar el negocio que se había hecho en Estados Unidos, primero en España y luego en el resto de Europa. Así, empezaron a comprar torres a los operadores móviles y a desarrollar un negocio que fue creciendo y apareciendo competencia en el que las TowerCo aportamos la estructura metálica o el mástil, la caseta, la energía, el aire acondicionado y, en definitiva, todo lo que necesita el operador para poder instalar los equipos activos, porque ellos se encargan de sus propios componentes o elementos de red.

"Son acuerdos a muy largo plazo, con unos ingresos predefinidos y muy estables; por tanto, para un inversor privado supone un negocio perfecto"

ZM - ¿Y por qué es un negocio interesante?

Ceña - Porque se firman contratos de larga duración, con empresas que requieren estas torres para desarrollar su negocio y pagan por ello cuotas anuales. Son acuerdos a muy largo plazo, con unos ingresos predefinidos y muy estables, ya que es muy poco probable que un operador abandone un emplazamiento que necesita. Por tanto, para un inversor privado que quiere conseguir un retorno claro, supone un negocio perfecto.

Ya no hay problema con las localizaciones de las torres, hay obligación de ceder espacio

ZM – Pero en este tipo de negocio fueron históricos los ‘problemas’ con los alcaldes o las comunidades de vecinos. ¿Encuentran ustedes dificultades para realizar las instalaciones como ocurría antes?

Ceña - Desde que yo estoy al frente de Vantage, no nos hemos encontrado ese tipo de conductas. Por el contrario, hay una mayor sensibilización sobre lo importante que es para los ciudadanos disponer de infraestructuras de comunicación y hay voluntad de facilitarnos el trabajo.

No obstante, también hay mucho desconocimiento sobre cómo hacerlo en términos prácticos. El problema al que nos enfrentamos actualmente es que los operadores móviles tienen la capa macro (macroceldas o antenas de larga distancia) ya muy densa; no hay azoteas, los emplazamientos en las grandes ciudades están muy cerca unos de otros y el volumen de tráfico no deja de crecer, por lo que empiezan a ver la necesidad de densificar con una capa de ‘small cell’ o SAWAP (Small Area Wireless Access Points), sobre todo en zonas de costa o de gran aglomeración de personas.

"No es fácil abordar como llevar a cabo esa densificación; pero hay un interés enorme por encontrar la forma de hacerlo y los actores implicados nos están pidiendo ayuda"

En este sentido la nueva Ley General de Telecomunicaciones ha transcrito la normativa europea, que recoge que todas las administraciones públicas tienen que poner a disposición de los operadores infraestructuras públicas para poder desplegar. Por tanto, tienen que poder dejarnos espacio en marquesinas, semáforos, farolas etc. Sin embargo, de lo que dice la teoría de la Ley a la ejecución práctica hay una inmensidad y estamos trabajando para intentar encontrar la forma de llevarlo a cabo sin tener problemas con otros proveedores de servicios con acuerdos municipales a quienes no tenemos ninguna intención de perjudicar.

No es fácil abordar como llevar a cabo esa densificación; pero hay un interés enorme por encontrar la forma de hacerlo y los actores implicados nos están pidiendo ayuda. Por tanto, vamos a intentar encontrar una manera de hacer esa densificación de forma racional y segura, sin que haya colisiones con otros contratos públicos. Estamos arrancando y el camino es largo.

ZM - ¿Y dónde se van a instalar sin que salte a la vista o irrumpa en el paisaje urbano?

Ceña – Puede ser en fachadas, en mobiliario urbanos, en elementos mimetizados, depende de lo que cada operador necesite. Ahora, con el despliegue de 5G, como hacen falta más antenas, algunas soluciones tradicionales no son válidas; por tanto, ponemos otro tipo de mimetización: el más típico es la chimenea simulada. Dependiendo del tipo de edificio en el que va la estructura, tienes que cumplir con toda la normativa urbanística y pasar por todas las autoridades competentes. ¡Hacemos muy bien las cosas!

Cómo va a evolucionar el negocio de las torreras

ZM - ¿Y cuáles son los condicionantes del negocio? ¿Las prioridades u objetivos?

Ceña – Pues, lo primero, ocupar al máximo los emplazamientos que ya tenemos; maximizar el número de usuarios por emplazamiento, que es la forma de maximizar nuestro negocio. Si se instala una ‘small cell’, que la usen cuantos más clientes mejor. Otra cuestión es aumentar emplazamientos; operaciones en las que siempre vamos de la mano de nuestros clientes, ya que lo que no hacemos es desplegar torres si no tenemos un cliente detrás que lo vaya a usar.

Es decir, un cliente nos plantea un problema de cobertura o de densificación, etc. y nosotros buscamos el sitio óptimo, realizamos todas las gestiones administrativas y lo ofrecemos a otros para optimizarlo. Lo que no hacemos es ir proactivamente a un sitio en el que sabemos que no hay cobertura, construir una torre y luego empezar a buscar clientes.

ZM - ¿Y cuándo se colapsa un emplazamiento?

Ceña – Eso es ingeniería pura; depende de factores técnicos complejos.

ZM – ¿Es fácil que haya interferencias?

Ceña – Con otras tecnologías como televisión, radio, etc., no. Y entre operadores, aunque tienen diferentes frecuencias, al utilizar equipos intermedios tienen que respetar ciertas distancias entre antenas para evitar problemas. Ellos nos explican sus necesidades, cuántos mástiles requieren, a qué altura, a qué distancia de la otra antena… es decir, traducen a términos de infraestructura pasiva las limitaciones que ellos pueden tener por el uso de sus frecuencias y sus equipos y así evitar cualquier cruce.

Los objetivos de Vantage a corto plazo

"Tengo que hacer crecer, en una determinada proporción, los ingresos, el EBITDA y la liquidez. Por supuesto, tenemos unos objetivos de partida, pero lo imprescindible es cumplir con lo que los accionistas esperan de nosotros"

ZM – Y dentro de este marco tecnológico y de mercado, ¿qué objetivos tiene Vantage a corto plazo?

Ceña – Más que objetivos cuantitativos, tenemos objetivos de crecimiento. Tengo que hacer crecer, en una determinada proporción, los ingresos, el EBITDA y la liquidez. Por supuesto, tenemos unos objetivos de partida, pero lo imprescindible es cumplir con lo que los accionistas esperan de nosotros. No tengo obligaciones por líneas de producto, pero sí debo trabajar para crecer en las tres dimensiones mencionadas.

En España hay unas redes móviles buenísimas; el nivel de cobertura es excepcional y me atrevería a decir el mejor de Europa por el porcentaje de población ya cubierta en 4G y en fibra aún es más llamativa la diferencia con el resto de los países. Y lo digo porque, por ejemplo, si lo comparamos con Alemania, que es el mercado más grande de Vantage Tower, todavía están desplegando cobertura en muchas zonas blancas; tienen mucha población sin ningún tipo de cobertura móvil y en España eso no ocurre. Por tanto, nuestro crecimiento, más que por necesidad de emplazamientos nuevos, conlleva sumar más clientes a los existentes o explorar otras líneas de negocio que no tienen nada que ver con los operadores móviles.

ZM – Y si España está en tan bien posición en el ámbito de la cobertura, ¿cómo se puede crecer en este mercado?

Ceño – En términos generales, los operadores no tienen un aliciente claro para aumentar la cobertura ahora mismo. Sus modelos de negocio han evolucionado. No va a haber nuevos clientes por tener más cobertura ni los que hay van a gastar más. Sin embargo, sigue sin haber cobertura en ciertos sitios y lo que hemos descubierto es que hay empresas que requieren una buena cobertura y que lo aprecian como algo valioso que les ayuda a dar más servicios a sus clientes o a atraer más gente y, en tanto en cuanto esto es así, están dispuestos a pagar por ello. Un ejemplo son los cargadores de coches eléctricos en hoteles, centros comerciales, superercados… es un valor de atracción. Pero esos cargadores requieren que los usuarios puedan utilizar la aplicación correspondiente, que sus teléfonos tengan cobertura y el WiFi no es la mejor solución ni la más fácil. Además, esa cobertura debe ser neutra y servir para todos los operadores y ahí hemos encontrado un nuevo nicho.

Otro tanto ocurriría en sitios donde se requiere cobertura para pagar con el móvil o con Bizum o ayuntamientos con localizaciones turísticas puntuales, donde se debe poder pagar una entrada o descargar una autoguía, etc. Por supuesto, en este nuevo campo de trabajo se requieren acuerdos con los operadores que son los dueños de las frecuencias y los tenemos.

"Es un mercado no regulado y no debe cambiar porque podría ralentizar el necesario despliegue de 5G"

ZM – Eso es interesante, pero hay mucha competencia ¿no? ¿El mercado de las torres está regulado?

Ceño – No está regulado y, hoy por hoy, eso es bueno. Este es un mercado que funciona libremente y en franca competencia. Regularnos sería poner en riesgo un entorno que resulta interesante para los fondos de inversión, los cuales están inyectando el dinero para soportar ese CAPEX indispensable para llevar a cabo las inversiones ineludibles que, a su vez, soportan el crecimiento que nos exigen los operadores. Si se nos regula, corremos el riesgo de que deje de ser un sector tan atractivo para este tipo de capital y provocar el efecto contrario: una ralentización de los procedimientos básicos para que la 5G llegue a todas partes.

Luces y sombras del despliegue de 5G

ZM – Exactamente, ¿qué os exige a las torreras el despliegue de 5G?

Ceña – Depende de la banda en la que se despliega: de una parte, tenemos la banda baja, la de 700 MHz que se adjudicó no hace mucho tiempo; la de 3,5 GHz y las milimétricas (26 GHz) en las que no se está trabajando aún, o no mucho (su uso será mayoritariamente por parte de empresas que quieren desplegar sus redes privadas).

Si es banda baja, en las antenas hay que cambiar pocas cosas porque las antenas de 800 y 900 también soportan 700, o cambias la que hay por otra muy parecida y vale. Necesitas más potencia en la acometida eléctrica y poco más.

La banda alta, 3,5 GHz, es la que necesita más trabajo porque requiere antenas específicas que, además, pesan mucho porque la instalación eléctrica (RRU) está incorporada dentro de la antena propiamente dicha. Por tanto, es necesario poner más mástiles o lo que denominamos bífidos, que son bases con forma de H. Igualmente, debemos tener en cuenta la resistencia al viento y reforzar soportes; lo hacemos con una especie de exoesqueleto, una solución inteligente para no tener que cambiar todo el mástil, ahorrar tiempo, costes y evitar la ralentización del despliegue. De forma que el despliegue de 5G requiere mucho trabajo y en eso estamos inmersos ahora mismo.

ZM – Por cierto. Hubo una época en que se habló mucho del tema de la salud y las antenas. ¿En qué momento estamos a este respecto? También hubo mucha fake en tiempos de COVID…

Ceña – Creo que es un tema superado. Ahora mismo no hay alarma social y las posturas irracionales es muy complicado modificarlas desde argumentos racionales. Aquella ola de inquietud que fue un poco polítcamente intencionada se ha pasado. Lo que nosotros desplegamos garantiza que se van a cumplir los requisitos sobre emisiones radioeléctricas; esa gestión la hacen los operadores, quienes cada vez que van a utilizar nuevas frecuencias o una nueva tecnología tienen que pedir la aprobación y presentar un proyecto que demuestra que su cumple con los requisitos de máxima radiación que soportan las zonas de paso de personas. Y lo que nosotros montamos asegura que ellos lo van a cumplir.

"Se hace un cálculo de hasta dónde llega el nivel máximo de potencia al que una persona puede estar expuesta y se garantiza que ese nivel máximo no va a estar en zonas de paso"

Me explico: se hace un cálculo muy simplificado de hasta dónde llega el nivel máximo de potencia al que una persona puede estar expuesta de manera que se garantiza que ese nivel máximo no va a estar en zonas de paso. Lo que se hace es recrecer el mástil hacia arriba y si ya no puede subir más, porque también tiene que cumplir normativa urbanística municipal que delimita la altura máxima de lo que puedes poner un tejado, se pueden instalar más mástiles separados suficientemente como para que la suma de todas las radiaciones que hay ahí nunca superen las exigencias legales.

Por otra parte, estamos trabajando con organismos y universidades para intentar mejorar el algoritmo actual con el que se calcula el nivel de radiación porque, hasta ahora, se calcula de forma simple, partiendo de la base de que las antenas están radiando continuamente; pero en 5G las antenas activas sólo emiten cuando alguien las está utilizando, son más sostenibles y efectivas y funcionan de forma mucho más controlada, más dirigida, a través de un haz que genera una tecnología denominada Beam. Por tanto, el nivel de emisión medio es mucho menor del que asume el modelo simplificado que se usa para calcular los límites de medición.

Buscamos un modelo muy sencillo, actualizado, que pueda adoptar el Ministerio porque hay veces en que hay despliegues de 5G que no son viables porque no cumplen el denominado MF actual. Pero si lo hiciéramos afinando la emisión real se podría desplegar de forma segura.

Las eco-tower de Vantage

ZM – Si hablamos de reducción de consumo, de sostenibilidad, no podemos dejar de mencionar la Eco-Tower de Vantage, que es de madera ¿no?

Ceña – El proceso industrial de generar acero es terriblemente contaminante de forma que la contaminación que evitas al no producir acero es infinitamente mayor que el potencial daño que puedas hacer por haber cortado árboles en un entorno de explotación maderera que tiene su propia política de reposición, mantenimiento, etc. Por otra parte, los mástiles tienen un tratamiento específico que los hace ignífugos y se adaptan muy bien al entorno. Pero es caro y en España donde hay tanta cobertura no hemos encontrado la oportunidad.

Las mujeres tecnológicas no son raras, soy honesta y transparente

ZM – Dejemos la tecnología, estrictamente hablando, y vamos a hablar de usted, si no le importa. Dado el entorno en el que trabaja, ¿se considera una mujer ‘rara’? No hay más que leer esta entrevista para ver que su conversación y su lenguaje no son comunes.

Ceña - No. Soy muy básica. Yo creo que los demás me ven como una persona que intenta ser muy honesta y transparente que quiere hacer bien las cosas y no a cualquier precio; alguien en la que se puede confiar y no creo en las cuotas sino en los méritos y lo demuestro.

"Como mujer he tenido mucha suerte y a veces la suerte te hace pensar que no existe un problema que es real"

ZM – Pero ha sido una mujer en un mundo tradicionalmente de hombres. ¿Ha sido difícil?

Ceña - Como mujer he tenido mucha suerte y a veces la suerte te hace pensar que no existe un problema que es real y que han sufrido otras muchas mujeres, pero yo en este aspecto jamás he tenido ni una contrariedad.

Estudié Teleco, salí en el 95 y nunca noté ningún tipo de discriminación positiva o negativa por el hecho de ser mujer. Empecé a trabajar en Airtel sin haber notado ningún momento ningún tipo de handicap por ser mujer. He ido teniendo una carrera profesional exitosa y no he percibido en ningún momento ningún tipo de sesgo, ni positivo ni negativo. No soy una cuota.

En Vantage Tower somos el 50% de mujeres y es algo que ha surgido. Basamos la selección en los méritos; elegimos a la mejor persona para cada posición sin tener en cuenta sexo, edad, raza o condición.

ZM – Pero también es usted madre de tres hijas. ¿Cuál es su consejo para ellas? Igual no tienen su suerte…

Ceña – Intento transmitirles los valores en los que creo, la responsabilidad, el esfuerzo y la implicación. Lo que tienes que hacer es intentar hacer lo mejor posible aquello en lo que te hayas embarcado. Una vez que le pones tus ganas, tu energía, tu empuje, créetelo, afróntalo, no hagas locuras y no te pongas límites. Esos valores a mí me han llevado lejos en la vida. Me siento orgullosa de lo que hago y de dónde estoy.

Es verdad que hay una tendencia de pensamiento que nos pone a las mujeres en primer plano y si bien hubo un tiempo en que me molestaba por mi concepto de la meritocracia como principal valor laboral, ahora creo que, si tengo la oportunidad de tener más visibilidad, de que se me vea, se me escuche, se me atienda o de que pueda impactar más… pues… hay que surfear la ola.