Pese a que hay algunas buenas cifras, hay dimensiones como los usos de la tecnología con fines de salud, educación o cuidados, la pandemia ha ampliado las desigualdades de género preexistentes, asignando estas tareas de nuevo a las mujeres en el ámbito digital.
Se equilibran las cifras en el uso de internet
La frecuencia de uso de internet se ha vuelto tan habitual entre hombres como en mujeres (91% de la población), situando a España en la tercera posición europea del cruce entre frecuencia de uso de internet y equidad de género, reflejando una reducción significativa en las brechas tradicionales de frecuencia de uso y habilidades digitales.
Además, las mujeres españolas se han consolidado como más digitales que la media de las europeas en todas las dimensiones, excepto en la venta de bienes y servicios y en el uso de banca digital.
La brecha de género en el uso de internet desaaprece en el colectivo más joven (19-24 años). con usos idénticos de la red, excepto en los videojuegos
El dato es especialmente significativo entre la población más joven, donde las mujeres suman mejores puntuaciones porcentuales que los hombres de su edad, desapareciendo la brecha de género en el uso de internet en el colectivo más joven (19-24 años), con usos idénticos de la red, excepto en los videojuegos, que siguen siendo eminentemente masculinos.
El informe señala que las mujeres españolas y europeas han sido más proclives que los hombres en el uso de herramientas de comunicación digital para mantener el contacto, con un 1% más de uso de la mensajería instantánea (90% de las mujeres), un 3% más en videollamadas y otro 3% en la participación en redes sociales.
Durante el último año ha crecido además el número de mujeres que acceden a cursos online, dejando de lado la igualdad que había en este aspecto en 2019, convirtiendo a las mujeres en las que más frecuentemente usan la red con fines educativos, ya sean para la autoformación o para ayudar a la educación en línea de otros miembros del hogar. También destaca la cifra del uso de internet para concertar una cita médica, que en el caso de las mujeres se sitúa 7 puntos porcentuales por encima de los hombres (44%).
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Por otro lado, el uso recreativo de internet es más común entre los varones que en las mujeres, en el caso del acceso para jugar o descargar juegos, hay una distancia de género de 6 puntos porcentuales en España a favor para los hombres.
Asimismo, el 60% de las españolas y el 56% de las europeas utilizan Internet para realizar operaciones bancarias, siendo la distancia de género a favor de los hombres de 4 y 3 puntos porcentuales respectivamente.
También se notan las diferencias en la lectura de sitios de noticias, periódicos o revistas en línea. El 74% de las españolas realizan este tipo de actividades con una diferencia de género para esta actividad de 4 puntos porcentuales.
Los hombres utilizan más internet para interactuar con las administraciones públicas que las mujeres, siendo la distancia de género de 4 puntos porcentuales en España, mientras que no hay diferencias en materia de comercio electrónico (salvo en el tipo de productos que se compran).
Las mujeres jóvenes son más hábiles digitalmente
El informe también señala que en cuanto a las habilidades digitales hay una proporción mayor de mujeres con habilidades bajas y básicas que de hombres en términos generales, tanto en España como a nivel europeo.
Sin embargo, esta tendencia se invierte entre las mujeres más jóvenes (19-24 años) donde las que poseen habilidades avanzadas son más numerosas que los varones, por lo que se espera, según el informe, que las próximas generaciones eliminen esta brecha de género con respecto a las habilidades digitales.
Las mujeres están por encima de los varones en habilidades de comunicación (77,9% de las españolas), pero en la búsqueda de información, de uso de software y de resolución de problemas en internet si acumulan un sesgo de género, quizás por la mayor frecuencia de mujeres con habilidades digitales declaradas como bajas.
En España, apenas el 0,5% de las mujeres están graduadas en carreras tecnológicas
Si nos fijamos en los datos de educación, las graduadas en carreras tecnológicas son muy escasas a nivel europeo. Mientras que en Estonia el 2,2% de las mujeres se han graduado en disciplinas tecnológicas, en España la cifra apenas alcanza el 0,5%, dos décimas por debajo de la media de la Unión Europea.
En 2019, el 3,6% de los ocupados en España eran especialista en tecnología, lo que representa algo más de 712 mil ocupados. Entre las mujeres ocupadas, las especialistas en tecnología también son minoritarias. El 19,7% (141 mil) de los puestos de especialistas en tecnología están ocupados por mujeres, situando a España en la mitad superior de la tabla a nivel europeo, ya que la media de la UE es de 17,9%. Esta cifra ha ido mejorando de manera progresiva los dos últimos años, pasando del 16,7% en 2017 al actual 19,7% del último año.
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La pandemia impulsa el teletrabajo entre las mujeres
Otro aspecto relevante del informe se refiere al teletrabajo con unas cifras de partida muy bajas en ambos géneros, siendo en 2019 las mujeres un 1,1% menos proclives a teletrabajar.
Con la pandemia, el teletrabajo se ha impulsado en todo el mundo, pero si nos fijamos en los datos del género, se ha fomentado especialmente entre las mujeres donde las que nunca teletrabajaban cayeron a finales de 2020 al 82,8%.
"El teletrabajo ha acumulado un sesgo de género durante la pandemia de COVID-19"
El teletrabajo se ha adoptado mayormente entre mujeres, manteniendo porcentajes de más de dos puntos porcentuales por encima de los varones en términos globales. Durante el confinamiento (2T de 2020) el 18,7% de las mujeres teletrabajaban la mayor parte del tiempo, el 11,3% en el 3T y el 10,8% en el último cuatrimestre de 2020. Si analizamos por franjas de edad, las mujeres de 35 a 55 años son las más proclives al teletrabajo.
“El teletrabajo ha acumulado un sesgo de género durante la pandemia de COVID-19, asignando en mayor medida a las mujeres la conciliación de la cargas laborales y familiares durante el confinamiento y trimestres posteriores”, apunta el informe.
Por regiones, Madrid y Cataluña son las que más han adaptado el teletrabajo con cifras superiores a la media, pero la brecha de género en este aspecto es más destacada en las regiones menos digitales: Ceuta y Melilla.
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